sábado, 28 de septiembre de 2013

El ómnibus se va... de París.


 Jean-Jacques Rousseau: el descanso del cochero, 1889
Al revisar en la Hemeroteca, concretamente el año 1902, nos apareció una curiosa noticia: “El ómnibus se va... de París"  publicada precisamente el 27 de Diciembre de 1902  en “La Vanguardia”.
Nos pareció una fecha muy temprana, pues si recordamos que el primer autobús parisién circuló en 1906, resulta que no tendría alternativa en aquellas líneas donde no circulasen tranvías.
Buscando más información al respecto, hemos encontrado que la CGO, Compañía General de Ómnibus, clausuró   su última línea de tracción animal el 12 de Enero de 1913 es decir, hace  100 años. Esta fue la línea 29, (La Villette - Saint-Sulpice) anteriormente denominada línea “L”.
Ómnibus de la línea L (La Villette - Saint-Sulpice)   Eugene Atged
Por ello, vemos que la noticia en realidad hace referencia al inicio de una tendencia manifestada con el cierre de alguna línea, que hacía presagiar este desenlace. Vamos pues con el artículo:

Página 4.— Sábado 27 septiembre de 1902
—El ómnibus se va... de París — Sí: El ómnibus se va. Le amenazó de muerte el primer tranvía eléctrico que apareció en París; el metropolitano le hirió gravemente al ensanchar su esfera; el automóvil le da el golpe de gracia, estableciendo líneas económicas para el servicio público.
Es una institución tradicional que desaparece, con la poesía que quisieron ver en él poetas y novelistas, a impulso del progreso.
Ómnibus de la línea E (Madeleine - Bastille)
Durante muchos lustros estuvieron atravesando París, en marchas atropelladas o lentas cabeceando siempre como barca mal gobernada al empuje de las olas, atropellando al transeúnte y enriqueciendo a las empresas, y la gente se había acostumbrado a ellos. A juicio de observadores de último orden, no se concebía  París sin el ómnibus. Ahora desaparecen, después de lenta agonía a que le condenan tranvías, metropolitanos y automóviles favorecidos por los amigos del progreso, y con ellos se va el último  recuerdo de la época de la monarquía.
Los jóvenes verán la desaparición sin pena, con fría indiferencia, porque nada representaba para ellos el ómnibus, como no fuera un signo de atraso.
Los viejos sentirán algún justo dolor, porque con el ómnibus perecen no pocos recuerdos juveniles de los días de lucha, de las conquistas fáciles, de los éxitos primeros en la vida.
"Omnibus  en la place de la Madeleine" Edouard Leon Cortes.
Durante toda una centuria literaria, el ómnibus ha sido un elemento de importancia para los novelistas. ¡Cuánto incidente llevaron a la trama novelesca!
¡Cuántas historias de amores fueron comenzadas sobre los destruidos almohadones del interior o entre los baúles que ocupaban la imperial, a pleno aire!
Anders Zorn (1860-1920) Omnibus, 1892.
El ómnibus parisién tiene su historia, accidentada y difícil en los primeros tiempos.  Los carruajes dedicados primeramente al servicio público datan de 1615; fueron establecidos por un tal Sauvage para su Hotel Saint-Fiacre, del cual tomaron el nombre.
 Los primeros ómnibus aparecieron en 1662; los autorizó el Gran Colbanto, comenzaron a funcionar el sábado 16 de marzo, situándose tres ómnibus en la Porte Saint Antoine y cuatro en el Luxemburgo.
Estos primeros ómnibus estaban pintados de azul, sembrado de flores de lis, y llevaban cocheros con casacas galoneadas y lacayos con casacas azules, guarnecidas de pasamanería. Estos ómnibus tuvieron efímera existencia.
Renació el pesado vehículo en 1828, y el éxito le sonrió. Establecieron entonces numerosas empresas y el ómnibus hizo furor, enriqueciendo a los empresarios.
La gente comodona, a la cual importaba poco llegar temprano o tarde, los favoreció de continuo. Porque no se diga que el ómnibus prestaba un servicio útil a la rapidez. Ocurría con ello lo que con los tranvías de mulas con sus viajes desesperantes, que hacían eternas las detenciones, los cruces y los descarrilamientos. La desaparición del ómnibus está, pues, justificada. Bien muerta está la tradición.

La "Compagnie Générale des Omnibus de Paris”CGO.
Tras el periodo inicial del ómnibus  de Luis Pascal, el transporte público parisino volvió a las calles de la capital del Sena en 1928 de la mano del ómnibus de tracción animal, y  se desarrolló de la mano de la CGO, que en 1854 obtendría el monopolio por treinta años, que en 1856 ya contaba con una red de 26 líneas identificadas por letras.
Uno de los depósitos de la CGO en Paris.
 Los coches de un modelo homogéneo para su red disponían de Imperial y 24 asientos de capacidad. Es curioso hacer notar que unos años más tarde cuando la compañía explotó sus líneas de tranvías de tracción animal adaptaría unos coches de tranvía prácticamente idénticos a los ómnibus  en explotación ya que no eran reversibles, por lo que tenían la necesidad de disponer de bucles o plataformas giratorias en los fines de línea.
A principios de la década de 1860, la  CGO tenía aproximadamente 500 ómnibus y 7.000 caballos, llegando a  crecer tanto que a final del siglo XIX, la compañía dispone de 55 cuadras y cocheras, 1.800 coches y 12.200 caballos.
Uno de los primeros  autobuses  parisinos compartiendo calzada con los tradicionales ómnibus ¿1906?
La llegada de la electrificación en los tranvías supuso el primer revés para los ómnibus, sin embargo éstos pudieron aguantar gracias a que en un buen número de avenidas, no se había permitido el establecimiento de líneas tranviarias.
Sin embargo la llegada del metropolitano sería un nuevo revés, al reducir en gran manera la ocupación de sus coches.
Finalmente sería el autobús quien diera el puntillazo a los apacibles ómnibus, sacando de las calles parisinas un buen número de caballos de tiro.

Los últimos omnibús de Barcelona.
Deberiamos concretar cómo últimos riperts, pues realmente estos irían sustituyendo a los auténticos ómnibus en Barcelona fines del XIX. Así los riperts,  último vehículo público de viajeros a tracción animal, desaparecerían de la Ciudad Condal el 13 de Enero de 1925, sustituidos por autobuses en la línea denominada la Catalana (Clot- Poble Nou).  que más tarde pasaría a ser línea 92.
Uno de los coches de la Provensal o Catalana  (Clot- Poble Nou)
 Finalizaremos con una imagen que a pesar de no estar relacionada directamente con el tema, nos ha parecido adecuada por su similitud con el cuadro de Jean- Jacques Rouseau, se trata de un dibujo aparecido en una de las revistas "La Campana Catalana de 1908 del dibujante Franc Sardá.


4 comentarios:

  1. Uma passada no tempo preciosa... que bonitos quadros para ilustrar!!!
    Beijos e abraços com muito carinho para todos, especialmente para a querida Clariana.

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  2. Hola Teca,
    Cada vez que podemos hacer algún post sobre París, lo más agradecido es la cantidad de información gráfica disponible, si pensamos que la época a que normalmente nos referimos que es desde mediados del siglo XIX a principios del XX , París era la Meca de todos los artistas, y ellos han plasmado la ciudad del Sena en todos sus aspectos veras que nos es fácil encontrar imágenes adecuadas a los textos.
    Un abrazo y beijos de Clariana, esta tarde hemos hablado con ella y va bien.

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  3. El autobús nº 115 debió de ser el primer vehículo tuneado, menudas ruedas tiene. Es todo un placer gozar de tantas imágenes antiguas básicas para el desarrollo posterior después de acabar con un problema y añadir otro; el de la contaminación.
    Muy nostálgica la historia de estos medios de transporte.

    Abrazos y recuerdos para todos.

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    1. El 115 fue uno de los primeros autobuses urbanos, las ruedas que parecen sobresalir de la carrocería eran las tractoras y como tales tenían mayor radio y grosor para aumentar la adherencia y por tanto la tracción.
      Es curioso compararlas con las ruedas de los viejos ómnibuses, que también tenían las traseras mucho mayores que las delanteras.
      Sin duda como dices las calles perdieron estiércol y ganaron gases de combustión. ¿Es esto el progreso?
      Un abrazo nuestro y recuerdos de Clariana.
      rails y ferradures.

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