domingo, 29 de enero de 2017

La Central barcelonesa, Ómnibus,para todos.






Hace algún tiempo ante nuestra falta de documentación recurrimos a un magnífico texto de Luis de Betonica publicado en 1970 para introducir los ómnibus de Barcelona: cinco años después, mientras buscábamos documentación sobre edificios de empresas de transporte, y buscando datos sobre la primera gran compañía de transportes de Barcelona, la Central barcelonesa, apercibimos que habíamos olvidado esta gran compañía, pionera de nuestra ciudad e impulsora de este medio de transporte no solo en nuestra ciudad, incluso en otros puntos de España, Madrid entre ellos como hemos deducido de una pequeña gacetilla en un diario de 1864.


GUÍA  AÑALEJO PERPETUO DE BARCELONA 1863
En 1863 Cayetano Cornet y Mas, edita un interesante anuario en el que trata de compilar toda la información útil para los habitantes y viajeros de nuestra ciudad, en ella sobresale un importante capítulo dedicado al transporte, dando horarios ferroviarios, información de diligencias, tartanas y ómnibuses y finalmente lineas marítimas.
En ella buscamos la Central barcelonesa, encontrando:
Dibujo del siglo XIX que nos muestra un ómnibus de la Central 


SOCIEDAD LA CENTRAL BARCELONESA.
Servicio de ómnibus para el interior de la ciudad y desde está a  la villa de Gracia, prestado por medio de coches-ómnibus, los cuales recorren las siguientes  LÍNEAS o CARRERAS.

Del Muelle nuevo a  Canaletas, pasando por el Andén del puerto, plaza de Palacio, calle del Consulado, plaza de San Sebastián, calle de la Fustería, Ancha, Dormitorio de San Francisco, Rambla hasta la torre de Canaletas.
De Canaletas al Muelle nuevo; regreso de la línea anterior por su mismo itinerario.

Del Muelle nuevo al Padró, dirigiéndose por frente la Machina a la calle Mayor de la Barceloneta, plaza de San Miguel, salida al Andén del Puerto, entrada  a  la plaza de Palacio, frente  a  la Aduana, Bora del Rech, Rech, calle de la Princesa, plaza del  Angel, calle de Jaime I, plaza de la Constitución, calle de Fernando VII, Rambla, calle del Hospital hasta la plaza del Padró.
Del Padró al Muelle nuevo; regreso de la línea anterior por su mismo itinerario.

Del llano de la Boquería a Gracia; por la Rambla y Paseo de Gracia.
De Gracia al llano de la Boqueria; regreso de la línea precedente por su mismo itinerario.


 SERVICIO DE ÓMNIBUS. EXPEDICIONES.
Desde las seis de la mañana a las diez de la noche. Cada siete minutos saldrá del Muelle nuevo, junto a la pequeña aduana de aquel punto, un ómnibus que se dirigirá  al interior de la ciudad, pero alternativamente. la una vez seguirá  el itinerario de la línea o carrera del Muelle  a  Canaletas y llegar a  hasta este punto, y la otra vez recorrerá  el itinerario de la otra línea o carrera del Muelle al Padró, llegando hasta la plaza del mismo nombre.
Cada siete minutos saldrá del llano de la Boquería un ómnibus dirigiéndose a Gracia por los puntos consabidos en esta línea o carrera.
Cada siete minutos saldrá de Gracia un ómnibus que se dirigirá  al llano de la Boqueria, haciendo el regreso del anterior.
Cada cuarto de hora saldrá de Canaletas el ómnibus que hará el regreso al Muelle por su correspondiente itinerario.
Cada cuarto de hora saldrá del Padró el ómnibus que regresará  también al Muelle por los puntos de su propio itinerario.
De esta suerte cada medio cuarto de hora habrá en el llano de la Boqueria ómnibus que se dirigirán a  Gracia, al Muelle,  a  Canaletas y al Padró.


TARIFA.
Desde los puntos de salida y en toda la extensión de las líneas o carreras podrán subir y bajar los pasajeros de los ómnibus donde y cuando les acomode, satisfaciéndose luego de haber subido: 4 cuartos por asiento en el interior. 3 id. por id. en el imperial.

ADVERTENCIA.
Tendrán asegurado el pasaje sin detención basta la villa de Gracia los pasajeros que, deseando trasladarse a aquel punto, aprovechen las líneas del interior: esto es, los que suban antes de llegar al llano de la Boquería a  los ómnibus que vengan del Muelle, satisfaciendo consiguientemente el importe del asiento en cada línea o carrera.

ADMINISTRACIONES.
Para mayor comodidad del público, en todos los extremos de las líneas se hallarán  las correspondientes administraciones situadas como sigue:
MUELLE NUEVO, junto a la pequeña aduana de aquel punto.
RAMBLA DE CAPUCHINOS, tienda de la casa Núm.1, junto a la confitería de la Palma.
CANALETAS, tienda de la casa Núm. 7, de la misma Rambla.
PADRÓ, plaza del mismo, tienda de la casa Núm. 5
GRACIA, calle Mayor, tienda de la casa Núm. 27.
Llano de la Boquería hacia 1870, frente al Liceo un ómnibus de estaciones, y en primer plano dos ómnibus en marcha, posiblemente de la Central barcelonesa.



ÓMNIBUS.
Si recurrimos al diccionario de la R.A.E. esta palabra corresponde a: ‘Vehículo de transporte colectivo por carretera’. En España significa también ‘tren que para en todas las estaciones’. Es invariable en plural: «Empleados que corrían hacia los ómnibus y los tranvías» (Ribeyro Geniecillos [Perú 1983]). No se considera válida la forma aguda antietimológica omnibús ni su plural omnibuses.

Sin embargo, una descripción más interesante corresponde a la antigua Enciclopedia Espasa:              ÓMNIBUS. (Etim. - del lat. ómnibus, para todos.) m.. Carruaje público de gran capacidad, arras­trado por caballerías, que sirve para transportar  personas, generalmente dentro de las poblaciones, por, precio módico.
OMNlBUS. Carroc. Es el ómnibus un carruaje de, caja cerrada formada con listones ligeramente cur­vos, unidos por sus extremos a unos montantes, cuyos huecos ocupan las ventanillas. Sobre esta armadura se coloca el tablero del techo, que ha de ser bastante resistente, bien para llevar bultos de equipaje, como en los destinados al servicio de las estaciones de ferrocarriles, bien para servir de suelo a una imperial. Los asientos son laterales; el número de plazas es variable entre 6 y 20, Y las ventanillas, suelen tener cristal y persiana, en bastidores que se alojan en el espesor de la caja. La entrada es por la trasera, unas veces con portezuelas y otras sin ella.
Ómnibus urbano, fotografía de Branguli ( primer tercio siglo XX)

Su montaje varía según los constructores. pues unas veces se hace sobre cuatro ballestas cerradas, dos para cada juego de ruedas: otras veces varía el juego trasero, que se monta con dos muelles curvos de eje, unido por la parte posterior por otro igual transverso con el auxilio de unos cangrejillos o manos de suspensión, y fijos por delante de la caja por unos soportes de cayado, y otras está  modificado el juego delantero como el de detrás, formando así un montaje de seis resortes.
Ómnibus de estaciones en la misma excursión escolar, Branguli, primer tercio siglo XX

Con el nombre genérico de ómnibus se conocen distintas clases de carruajes que varían entre sí en algunas de sus condiciones de construcción. Una de estas variedades es el Rippert, que viene a ser intermedio entre el ómnibus propiamente dicho y el coche de tranvía. ...
Historia. Los ómnibus ordinarios del servicio al público se instalaron en Londres en 1662, después en París y luego en otras capitales de Europa y América. En España se establecieron con éxito en Barcelona; pero en Madrid no lograron el favor del público hasta después de construidos y explotados los tranvías, que acostumbraron a la gente a usar de esta comodidad, aun cuando los trayectos recorridos por los ómnibus son mucho más reducidos. Esto consiste en que la topografía de Madrid no se presta a la circulación rápida y continuada de carruajes pesados, los cuales necesitan que se atenué todo lo posible la resistencia a  la tracción. Aun con caballerías (antes de existir los eléctricos) los tranvías iban con dificultad por ciertas cuestas. 
Charles Samaran 
En un tra­bajo publicado por Charles Samaran, este autor considera que el inventor del ómnibus no es otro que el célebre filósofo y matemático francés Blas Pascal. A mediados del siglo XVII las personas pu­dientes de París que no tenían coche propio, solían alquilar, en caso de necesidad, un vehículo de una cochería establecida en la calle de San Martín. Habíase dado el nombre de fiacré a estos vehículos por que el dueño del establecimiento, siguiendo la costumbre de la época, lo había puesto bajo la protección de un santo, que en este caso era san Fiacro. En 1661 concibió Pascal la idea de construir coches de ocho asientos, que por el módico precio de 5 sueldos (25 céntimos) habían de llevar  a  los pasajeros desde la puerta de San Antonio hasta la puerta del Luxemburgo, pasando por un camino prescrito de antemano, Esta buena idea pudo realizarse pronto gracias a la protección que le dispensó el duque de Roannez, gran amigo de Pas­cal, quien, no solamente le procuró la patente del rey sino también los fondos necesarios para poner en ejecución la empresa. El 18 de marzo de 1662 se inauguró en París la primera línea de ómnibus con siete coches; cuatro de ellos salieron de la puerta de San Antonio, y tres del Luxemburgo. Dos comisarios de policía entregaron a los cocheros chaquetas azules con las armas del rey y de la ciudad de París, y declararon abierto en nombre del rey el servicio de ómnibus. En su primer viaje fue acompañado cada coche por una pareja de guardias, porque se temían manifestaciones hostiles por parte del populacho, Sin embargo, nada de anormal ocurrió, y los ómnibus no tardaron en ser el vehículo favorito de los habitantes de París.

(Enciclopedia Espasa pág. 1228-1230)



Etimología: Del latín ómnibus ("para todos"): Poco antes de morir el científico y filosofo Blaise Pascal junto a Artus Gouffier de Roannez crean la  Société des carrosses à cinq sols, pionera en el transporte público urbano. No obstante este servicio que muchos autores atribuyen ser el origen del ómnibus de transporte, no creemos que tenga relación directa con ella.
Otros autores atribuyen el uso de la palabra latina a los carruajes públicos a la existencia de un establecimiento llamado Omnes Ómnibus que era punto de parada de un servicio de carruajes de Nantes en 1923.

Por otra parte varios autores británicos atribuyen este origen a que George Shillibeer denominó como ómnibus al vehículo con que solicitó licencia de explotación a John Thornton,  Presidente de la Junta municipal para operar como servicio entre Paddington Green y  Banco, Londres, el 4 de julio 1829.
Tampoco parece ser este el origen del nuevo uso a la palabra de la lengua de Virgilio.
No teniendo otra opción de búsqueda en nuestras manos, recurrimos a las hemerotecas digitales, encontrando lo siguiente:  
MIÉRCOLES 23 DE DICIEMBRE DE 1829 El Correo (Madrid). (6 cuartos) Núm. 227.
— Se ha visto ya en París el famoso carruaje que anunciamos en este periódico, capaz de contener 100 personas. Esta enorme máquina presenta el volumen de dos ómnibus en lo largo y lo ancho, está dividida en tres piezas, de las que las dos primeras tienen su entrada por ambos lados, y la tercera la tiene como la de los ómnibus. Dichas dos primeras piezas, cuidadosamente cerradas, se destinan al mayor precio, y sus asientos se pagan el doble.
Ello nos indica que en 1829 el vocablo ómnibus ya era de uso habitual, no creyendo que desde julio del mismo año y desde Londres a Madrid, hubiese sido posible que el vocablo se impusiera de un modo tan rápido.
Por tanto creo que podemos descartar que la afección ómnibus tenga origen en el carruaje de Shillibeer.
Grabado del carruaje de Shillibeer publicado en 1880. 



Por todo ello creo que tendremos que seguir buscando para encontrar el origen auténtico de la asociación de la palabra ómnibus para un carruaje de transporte de viajeros.
(Se continuará)