viernes, 30 de mayo de 2025

Railes en Ferreries


      

   Hace unas semanas el Sr. Ramón Barberà, nos envió las fotografías de una sección de raíl, se trataba nada más y nada menos que un trozo de vía del tranvía de Roquetes a Tortosa, quizá el último vestigio real de la existencia de este tranvía.

Estas fotografías iniciaron una pequeña correspondencia con el Sr. Barberà sobre dimensiones de vía, quien además nos envió  un croquis dimensional del trozo de raíl y unos fragmentos de documentos del archivo de la Administración con dimensiones de la vía del tranvía.

Para completar la información, nos envió el enlace a la web de la revista MARFANTA, concretamente a un excelente artículo:

"El tramvia a sang de Roquetes i Jesús", escrito por Fernando Jaime Soler, y que aporta nuevos datos sobre este tranvía.

Se trata sin duda de una nueva oportunidad para volver al Baix Ebre.

Un trozo de raíl, superviviente del tranvía de Tortosa a Roquetas y Jesús.

Leemos en el artículo de "Marfanta", en 2013, que las obras de una zanja en "Quatre Camins (Ferreries)", descubrieron un tramo de vía superviviente del desmantelamiento de la línea efectuado a partir de 1929.

Las fotografías muestran una zanja de aproximadamente medio metro, y a unos 20 centímetros de profundidad los dos raíles de la vía tranviaria.

Este tramo de vía, correspondería a la sección a Roquetas y se encontraba tan solo algunos metros tras el desvío de la sección a Jesús.

Composición con las fotografías realizadas por Batiste Pla en 2013 en Quatre Camins, y plano con su ubicación.
En el escrito del Sr. Jaime Soler, se indica que la obra de construcción del tranvía fue dirigida por Alejandro Barber que usaría raíl de fabricación alemana. Se trata de raíl vignoles o T que, según el croquis, tenía 62 mm de altura y 59 mm de base y 36 mm de cabeza.

Hemos intentado clasificarlo, y para ello hemos usado las tablas de la ASCE traduciéndola a medidas métricas, aunque el resultado no es concluyente, ya que los carriles, de similares dimensiones, tienen similar base y altura, mientras que este tiene la base algo menor.

Considerando que el raíl tendría un considerable desgaste, y extrapolando proporciones standard de ancho y altura de cabeza, creemos que el raíl en origen debería medir 65 mm de alto y 59 mm de patín.

Las proporciones de un raíl T similar tomando la altura como unidad son:


Extrapolando, las medidas originales podrían ser:  

Sobre la procedencia del raíl existente, no la podemos asegurar, dado que en los 44 años de vida de la línea, es muy probable que la vía fuera reparada; tampoco hay ninguna inscripción o marca que indiquen el fabricante.

Finalmente, agradecer la labor de todos estos estudiosos de la historia reciente en Tortosa, que nos permiten reconstruir esta línea de transporte.

Recreación de plano de una sección de vía a partir de fragmento de documento de archivo de la administración.

Pueden consultar los artículos de Fernando Jaime Soler: en

el tramvia a sang de Roquetes i Jesús (I)

el tramvia a sang de Roquetes i Jesús (II)





miércoles, 21 de mayo de 2025

Nuevos tranvías de Gràcia, (dimensionado de la red, V)




Continuamos nuestra serie sobre las líneas de tranvía barcelonesas y sus dimensiones, con las líneas de Gràcia en los barrios del Coll y la Salud. Concretamente, el conjunto de líneas que la Compañía Nacional de tranvías proyecto entre los años 1906 y 1911.

Pero antes hablaremos de las calles por las que circularon.

La Travesera de Dalt.

 El santuario de Ntra. Sra. de la Salud, a la izquierda, la parada final del 24, en el cruce de la travesera de Dalt con la calle de Escorial.


El camino entre "els Josepets" y el término del municipio de Sant Martí, ya está documentado en mapas de 1815, ruta tradicional que mantendría su trazado hasta la actualidad.

A principios del siglo XX, y con la incorporación de los municipios de Gràcia, Sant Martí, Sant Andreu, entre otros, surgió la necesidad de mejorar las conexiones entre ellos. La municipalidad de Barcelona abre un concurso para la adjudicación de un plan de enlaces para complementar el plan Cerdà. El plan fue adjudicado al arquitecto León Jaussely de quien recibe el nombre, y que definió un conjunto de viales y trazados ferroviarios sobre el llano barcelonés.

Plano de los tranvías y ferrocarriles, correspondiente al plan de Enlaces de León Jaussely.


Uno de estos viales, denominado entonces "Passeig de Ronda", y que sería el que más adelante constituiría el primer cinturón de ronda, utilizó aquel camino como eje de su trazado.

  Ampliación del recuadro, en el plano anterior, sobre él hemos remarcado “el Passeig de Ronda” y las líneas de la C.N.T.  


Atravesando así la zona noroeste de Gràcia, concretamente el barrio de la Salud.

Aquella zona estaba en fase de crecimiento junto con el sector de Nuestra Señora del Coll y la zona del Monte Carmelo, donde Eusebio Güell, promovió una nueva urbanización, según el proyecto de Antoni Gaudí, que luego sería el Parque Güell.

Estas perspectivas de crecimiento propiciarían que las compañías de tranvía proyectaran sus vías por aquel sector; y en las últimas décadas del XIX, se proyectaron líneas entre Gràcia, Sant Martí y Horta que no llegarían a materializarse, pero con la llegada de la tracción eléctrica surgieron nuevos proyectos, algunos de los cuales sí llegarían a prosperar.

El tranvía de Plaza Rovira a Plaza Lesseps y su ramal al Parque Güell.

 La terminal del tranvía en la ronda de Dalt, en sus últimos años.

La Compañía Nacional de Tranvías, obtendría en 1906 la concesión de un tranvía desde la plaza de Rovira a la plaza de Lesseps,  con un ramal al Parque Güell por la calle de Larrard.

Gaceta de Madrid.—Núm. 276, 8 de octubre de 1906

Vista la instancia; provecto y resguardo de constitución de fianza, concesión de dos tranvías eléctricos en Barcelona para enlazar sus líneas con las de la Compañía de Barcelona, Ensanche y Gracia; a saber:

1.° Dé la plaza de Fernando de Lesseps a la de Rovira, por las calles Travesera de Dalt, Escorial, Camelias, Concordia y Torrente de las Flores, con un ramal al parque Güell por la calle de Larrard.

2.° Desde el paseo de San Juan, en su encuentro con la calle de Provenza, por la calle de Travesera, hasta enlazar en el Torrente de las Flores; esta Dirección general ha resuelto que se anuncie en la Gaceta de Madrid y en el Boletín oficial de la provincia de Barcelona la petición indicada, para que puedan presentarse otras con objeto de mejorarla, acompañadas de sus correspondientes proyectos y resguardos de constitución de fianza, -en el término de un mes, contado desde la fecha en que los anuncios se publiquen, con arreglo a lo dispuesto en el artículo 81 del Reglamento dé 24 de mayo de 1878, dictado para la ejecución de la vigente ley de Ferrocarriles.

Madrid, 15 de septiembre de 1906.—El director general, F. Latorre.

"Els Jossepets", en primer plano y girando a la derecha el ramal a la cochera La Auxiliar, en el tramo de vía entre los dos tranvías, el tercer raíl de la concesión Parrish.

Por otra parte, la Compañía General de Tranvías, propietaria de las concesiones de Alfred Parrish o red de ferrocarriles y tranvías comarcanos, disponía de la concesión de una línea entre el Paseo de San Juan y la calle de San Felipe, atravesando las calles de Encarnación, Travesera de Dalt, y Alegría, coincidiendo en un buen tramo con la línea de la “Nacional”

Finalmente, la Compañía Nacional de Tranvías construyó el trazado de entre las plazas de Rovira y Lesseps, aunque de él solo llegó a explotarse el tramo entre la plaza de Lesseps y la calle Escorial. El resto del trazado sería desmantelado en diversas fases sin haber llegado a su explotación.

 Sobre el plano Martorell de 1928, en rojo la vía de la Travesera de Dalt.

Por otro lado, el tramo de acceso al Parque Güell, no llegaría a construirse, posiblemente a causa de que hacia 1909 ya se vio que la urbanización no prosperaría.

Creemos que en su lugar se realizaría el ramal de Nuestra Señora del Coll, para facilitar el acceso a aquella zona antes de la construcción del viaducto de Vallcarca. No hemos encontrado documentos correspondientes a la concesión ni a la construcción de este tramo.

Con respecto a las líneas de la "Red Parrish", tan solo llegaron a instalarse dos tramos de tercer carril, uno en "els Josepets" y otro en la confluencia de Escorial con Travesera de Dalt a modo de reservas de concesión.

Calle Escorial, muy tenuemente puede apreciarse la curva tranviaria con su tercer raíl.

Paralelamente a la construcción de estas vías, se edificó la cochera "La Auxiliar" para poder dar servicio a las nuevas ampliaciones, y se tendió un ramal técnico por la entonces calle de Santa Perpetua, desde "els Josepets", para darle acceso.

Plaza de Lesseps - Travesera de Dalt - Escorial.

  Tranvía de la línea 24 ascendiendo la Ronda de Dalt. En la foto puede apreciarse el cruce de la línea de Ntra. Sra. del Coll para enlazar con "Torrent de l'Olla", entonces ya fuera de servicio.   

El primer tramo que se puso en servicio, fue desde Plaza de Lesseps hasta la calle Escorial, el 9 de junio de 1909. Por él circuló la línea Atarazanas-Escorial, más tarde numerada con el disco 24.

Esta línea tendría algunas modificaciones en la posguerra, a causa de restricciones eléctricas y falta de material, dejando de surcar la travesera de Dalt el 10 de abril de 1962.

El dimensionado de la vía sería el indicado en la siguiente tabla: 



Travesera de Dalt -Larrard- calle de Olot.

Aunque este tramo nunca pasó del papel, lo hemos incluido, por formar parte de la concesión y por no existir muchas referencias a él.

El expediente 259 del "Arxiu Històric Administratiu" de Barcelona, incluye varios esquemas de los trazados propuestos, entre ellos el de la calle Larrard, el trazado se inicia en un desvío en la Travesera dirección Escorial, asciende en vía única hasta Ntra. Sra. de la Salud donde se inicia un apartadero hasta el cruce con la calle San Cugat, nuevamente en vía única hasta la calle de Mercedes donde hay un segundo apartadero, y finaliza con una curva a la derecha en la calle de Olot.

   Trazado del ramal a Parque Güell.  

El trazado hubiera tenido las siguientes dimensiones:




Travesera de Dalt -Nuestra Sra. del Coll- Bajada de Briz.

El barrio del Coll, a principios del siglo XX, se encontraba muy aislado y la construcción de este ramal tranviario, contribuiría sin duda a mejorar las condiciones de vida de su población.

Abierta al servicio el 18 de julio de 1911, esta vía que se iniciaba en la confluencia de la Travesera de Dalt con la calle de Nuestra Sra. del Coll, con un pequeño tramo desdoblado que convergería en vía única por todo el trazado, y volvía a desdoblarse poco antes de su final en la bajada de Briz con una vía de apartadero.

En 1946 fue modificada al conectarla con la vía procedente de "Torrent de l'Olla", así durante unos pocos años siguió el trazado de la línea del Ensanche en lugar del original por Gran de Gràcia.

   Ramal a Ntra. Sra. del Coll.

Esta modificación duraría apenas cuatro años y en 1950 volvió a su trazado por Gran de Gràcia, probablemente en esta última renovación, perdería sus apartaderos.

Por esta vía circularía el tranvía 25, el 38 lo sustituiría entre 1946 y 1950 y nuevamente el 25 circularía hasta su supresión el 23 de noviembre de 1962.

El tranvía 25 al final de su recorrido en el Coll.

En la siguiente tabla, podemos ver su dimensionado:


Finalizaremos con una anécdota de finales de los cincuenta que nos narró el Sr. J. Ibáñez: 

Íbamos en un 25 y al llegar al Coll, el conductor, paró el tranvía y se giró hacia los pasajeros, apoyándose en la controla con cara de sorpresa. Uno de los pasajeros le preguntó: ¿Hemos llegado? A lo que el conductor responde: "No lo sé, pero no hay más vía. Normalmente, conduzco un 59 y es la primera vez que llego aquí".

jueves, 1 de mayo de 2025

Tracción por inercia: Gyro bus


 

  Estábamos enfrascados en una nueva entrada de la serie "dimensionado de la red de tranvías", cuando se fue la luz...

No pretendemos ser una publicación de actualidad, habitualmente"nuestra  actualidad" tiene más de cien años, pero como a todo hijo de vecina, esta influye en nuestra forma de pensar y hacer.

El incidente del apagón, sus consecuencias y las explicaciones dadas por los técnicos, con referencia a las dificultades ante la recuperación del suministro energético, junto a la lectura de diversos artículos sobre una aplicación en el transporte público del volante de inercia, nos motivó a rescatar esta tecnología y dedicarle un espacio en "rails i ferradures".

Hace años un amigo y compañero de estudios, Antonio Zayas, divagando sobre las entonces embrionarias energías renovables, me habló de la energía mantenida por los volantes de inercia y su aplicación en el transporte.

El tema había pasado al cajón del olvido hasta  encontrar una fotografía de un autobús repostando energía en un poste, con un trole trifásico y una inscripción en el frontal del vehículo: GYRO BUS. La curiosidad motivó  buscar este término, dando un interesante resultado: el gyrobus era nada más y nada menos que una aplicación de la tecnología del volante de inercia en el transporte.

En proaktiva.eu, encontramos un extenso artículo que narra la historia y características de este vehículo.



El prototipo Gyrobus se construyó sobre el chasis de un camión FBW de 1932. El volante de inercia o giroscopio se situaba en el centro de este chasis, entre los ejes.

 Este disco, de 1,5 toneladas de peso y 1,6 m de diámetro, estaba encapsulado en una cámara hermética llena de gas hidrógeno a una presión reducida de 0,7 bares para reducir la resistencia del aire. El volante giraba a un máximo de 3000 rpm.

El principio de funcionamiento sería que el autobús se acoplaría a un pórtico elevado ubicado en paradas seleccionadas. Los troles de contacto se elevarían suministrando electricidad trifásica al volante de inercia a 380 V. Esta elección de voltaje permitía utilizar la red eléctrica normal, minimizando así las instalaciones técnicas necesarias. El volante de inercia también podía cargarse, enchufándolo a una toma de corriente. Este era el procedimiento de carga habitual en las cocheras.

El volante de inercia giraba mediante un motor asíncrono trifásico. Este mismo motor actuaba como generador al desconectarse de la toma de tierra. La elección de una máquina asíncrona sin escobillas contribuyó a reducir al mínimo la fricción dentro del conjunto del volante. Una vez en modo generador, la energía del volante alimentaba a un motor de tracción asíncrono de 52 kW, dispuesto longitudinalmente tras el eje trasero. Unos condensadores controlaban el par motor. La disposición podía invertirse, de modo que la energía recuperada por el motor durante el frenado o en descensos se devolviera al volante de inercia.(...) En condiciones normales, el Gyrobus podría cubrir de 5 a 6 km entre cargas (teniendo en cuenta las paradas y el tráfico). Una carga tomaría entonces de dos a cinco minutos. El autobús podría funcionar a hasta 55 km/h.

El chasis del prototipo fue carrozado por Carrosserie-Werken Aarburg (CWA), y las primeras pruebas se realizaron en varios lugares de Zúrich. El Gyrobus se inauguró en servicio público en las rutas de la VBZ en 1950.

Existieron, tres redes de gyrobus:

Yverdon a Grandson, (Suiza): gestada por la “Societé Anoyme Gyrobus Yverdon — Grandson (GYG) ” funcionó entre 1953 y 1960 en una línea de 4,5 km con cuatro puntos de recarga y tres coches.

Kinsasa, (República Democrática del Congo): La operadora, Société des transports en commun de Léopoldville (TCL), con una red de 4 líneas y 20 km de extensión y 12 gyrobuses, los mantuvo en servicio hasta la guerra de independencia de 1959.

Gante, (Bélgica). La empresa belga SNCV/NMVB. Explotó una línea entre Gante-Merelbeke con tres gyrobuses entre 1956 y 1959. Uno de estos vehículos se conserva en el museo del tranvía de Amberes.


Desgraciadamente, este sistema no consiguió abrirse en el mercado del transporte, lo que hubiera abaratado los costes de producción y consecuentemente mejorado su diseño, al mismo tiempo el bajo coste de los combustibles a finales de los cincuenta, (hasta la crisis del petróleo de los setenta), en comparación del coste de la electricidad, no favoreció su implantación.

El giroscopio, no dejaba de ser una peonza gigante, lo que genera una fuerza axial que estabiliza el vehículo. También este efecto giroscópico se materializaba en una conducción muy suave.

Otras aplicaciones del volante de inercia en el transporte.

El volante de inercia es un elemento básico que se usa como estabilizador energético en numerosos motores y generadores. Sus aplicaciones en el transporte son numerosas, una de ellas fue el monorraíl de Brenan.

En 1910, mucho antes que Gyrobus fuera concebido, Louis Brennan presentó en Londres un revolucionario tipo de ferrocarril.

Hace tiempo habíamos hablado de los monorraíles no suspendidos, que incluso tuvieron aplicaciones de tracción animal, donde el guiado y el soporte de la carga se realizaban sobre un único raíl, pero el vehículo precisaba de alguna rueda soporte adicional para impedir el vuelco. El ferrocarril de Brennan no solo era capaz de mantenerse perfectamente equilibrado en un solo riel, incluso completamente detenido, sino que también se inclinaba en las curvas para no perder velocidad.



Brennan presentó su primera patente de monorraíl giroscópico en 1903, y en 1907 consiguió completar su primer prototipo. En él un giroscopio le permitía mantener el equilibrio gracias al momento angular. Para mejorar su adscripción a las curvas, añadió un segundo giroscopio, conectando por un engranaje al primero para evitar que giraran en la misma dirección.

El monorraíl giroscópico estuvo listo en 1909, tenía más de 10 metros de largo, pesaba 22 toneladas y podía transportar hasta 15 toneladas.



Un motor de gasolina de 20 caballos de fuerza, proveía la energía de arranque y desplazamiento, accionando un generador que, alimentaba los motores eléctricos en los bogíes e impulsaba ambos giroscopios.

En 1910 fue presentado oficialmente al público en la Japan-British Exhibition, en Londres, pero no consiguió las inversiones necesarias para continuar. Uno de los inconvenientes de este sistema, era que cada vehículo precisaba de un giroscopio, no pudiendo remolcar otros sin él.

La firma suiza Oerlikon también fabricó locomotoras con tracción por volante de inercia para la tracción en zonas susceptibles a la presencia de atmósferas explosivas, como algunas industrias químicas, o la minería del carbón. La creación de motores eléctricos con blindaje especial para zonas con atmósferas explosivas, hizo innecesarias estas aplicaciones.

Finalmente, indicaremos que en la actualidad, existen aplicaciones de almacenamiento eléctrico basadas en volantes de inercia situados en subcentrales transformadoras, tienen la ventaja de que siendo completamente mecánicas, pueden actuar sobre equipos de corriente continua o alterna, no teniendo la limitación de las baterías que solo pueden operar en continua, además la naturaleza mecánica del sistema no genera residuos tan contaminantes como en el caso de las baterías de litio.