Fotografía del tranvía de Birkenhead
Paulatinamente se fueron desarrollando diversas redes, llegando a Barcelona en 1872, donde comenzarían a circular en las concesiones solicitadas por Alfredo Soujol en 1868. Las líneas recorridas por ellos serían las de Gracia a la Barceloneta, la del Pueblo Nuevo y la de Sants. Aunque es posible que también fueran adquiridas algunas unidades para uso privado en la línea industrial de los Docks, que así lo tenía indicado al solicitar la concesión y a la que la comisión de Fomento solo autorizó su uso para el personal de la citada compañía, que debería ser numeroso, entre la plaza Comercio (Pla del Palau) y sus instalaciones del Camino del Cementerio (Av. Icaria), según consta en las solicitudes de esta última línea; (...para el transporte de viajeros se están construyendo en Inglaterra, unos coches iguales a los que tiene la compañía Inglesa en la línea de Gracia...). Estos coches también fueron usados en las concesiones de Madrid y otras ciudades españolas explotadas por Mr. Morris.
Dibujo a pluma de Rafael de Luna que aparece en varios de los proyectos de lineas Barcelonesas.
Kinnear Clark en su libro "Construcción y explotación de Tranvías", edición francesa de 1880, hace una cuidada descripción de estos coches. Según él, en 1858 se construyeron en los Estados Unidos coches con imperial para el tranvía de Nueva York a Harlem con una capacidad máxima de 80 pasajeros que podían ser remolcados por un par de caballos en líneas con pendiente de un 4%, estaban construidos sobre un chasis de roble blanco y con caja de fresno americano .
Coche del tranvía de Dublín según el libro de Clark
El chasis está construido en roble o en fresno bien seco y los paneles de caoba de un centímetro de espesor, siendo las puertas de fresno y el techo recubierto de lona impermeabilizada mediante pintura que a su vez, está protegido por un enrejado por el que acceden los pasajeros del imperial a sus asientos. El bastidor inferior está formado por dos travesaños de 88 x 76 mm. y dos traviesas terminales de 114mm de ancho por 76mm de alto, talladas para soportar el suelo.
Las ruedas de fundición de acero tienen un diámetro de 762mm, estando una de ellas fijada al eje y la otra fijada a él sobre un cojinete que le permite hacer un deslizamiento relativo en las curvas. Cada una está formada por una corona de 22 mm de espesor unida al cubo por seis radios, las ruedas distan unos 1555mm entre sí (1395 en Barcelona) distancia restante entre el espesor de las pestañas y una tolerancia de 12mm entre rail y rueda.
El chasis se soporta sobre los ejes por medio de cuatro cojinetes en los extremos de la caja, en ellos unos engrasadores de tipo americano permiten mantener una buena lubricación de la rodadura.
El freno es del sistema conocido como Stephenson de New York y se maniobra desde ambas plataformas. Una zapata de fundición se aplica sobre cada rueda, se accionan de dos en dos sobre dos barras correspondientes cada una a un par de ruedas y que pueden ser accionadas mediante las manivelas de hierro que arrollan las cadenas, que a su vez tensan ambas barras. Este sistema permite multiplicar 57 veces el esfuerzo ejercido por un hombre con lo que una fuerza de frenado de 25 Kg. se puede convertir en 1.447 Kg. sobre las ruedas.
Una tabla de dimensiones de los coches de este tipo en ciudades europeas como Birkenhead, Londres y Oporto, nos indica que tenían un peso muerto de 2400Kg y una capacidad de 22 plazas en el interior y 22 en el imperial.
En su libro, Clark incluye la descripción de los coches del tranvía de Dublín que tenían gran similitud a los de Barcelona: Estos coches tienen una capacidad de 20 plazas en su interior y 22 en el imperial lo que da una capacidad para 42 viajeros. Su peso es de 2.540Kg. y el ancho de vías 1.600mm (1.435 en Barcelona) y su caja tiene 4.648mm de longitud por 2.032 de anchura y 3.073 de altura siendo su altura máxima de 3429mm. El coche tiene una longitud total de 6.477mm si incluimos los dos voladizos extremos que soportan las plataformas. Sobre éstas, dos escaleras helicoidales permiten acceder al imperial. El salón interior mide 4.457mm y dispone de dos bancos corridos con una capacidad de 10 plazas cada uno, están tapizados con unos cojines de clin recubiertos de terciopelo de Utrecht. Las ventanas están acristaladas y solo hay dos de ellas que son practicables realizándose la ventilación por unas ventanas situadas en el linternón bajo el asiento del imperial. Las puertas de acceso al salón son deslizantes y permiten el cierre total del habitáculo. Para su iluminación dispone de dos lámparas de queroseno.
Coche de la Compañía de Tramvias de Barcelona frente a la cochera de Gracia.
¡Vaya!
ResponderEliminarAhora tendré que aficionarme a los transportes, si más no, estaré más informada, aunque sea por ósmosis.
Veo que entre el material que expones, has puesto una bella obra de arte: el dibujo a pluma de Rafael de Luna, que ya entronca un poco con mi afición al arte.
A ver si los aficionados a los transportes descubren pronto este blog, me gustaría. Besos a toda la família.
Bueno!!
ResponderEliminarGracias por tus animos, espero no ser muy pesado.
Hasta la proxima.
Raisferradures : muy bueno, llegué hasta aquí desde el blog de Bandero, me gusta el enfoque que le das, es muy interesante el paso de la tracción a sangre a la mecánica, me gusta mucho,realmente.
ResponderEliminarAdelante, te invito a hacer una visita a mi blog, que es - o pretende - ser un nexo de informaciones ferroviarias del Río de la Plata y España.
Saludos,
Gabriel
Viendo ahora de nuevo la nota te quisiera preguntar acerca de la fuerza de tracción, o sea, ¿ cómo se calculaba que el peso total - con pasajeros - estuviera dentro de lo que pudieran "tirar" los animales ?, existían tablas para ello ?
ResponderEliminarCon un carruaje supongo que es fácil, pero los componentes de un tram eran muchos, de allí la pregunta .
Gracias
Gabriel
Muchas felicidades por este blog es una muy buena iniciativa! Muchos ánimos para tirarla adelante.
ResponderEliminarRespecto el post, al igual que a "grabriel tren" me surgen cuestiones relacionadas con la capacidad de carga de los animales. Si comparamos la segunda imagen con la instantánea que tenemos en la cabeza de las diligencias de las películas del oeste, o los caballos en el oeste iban muy sobrados o los pobres dos caballos que tiran del tranvía van muy ahogados.
La verdad es que del tema de la tracción animal no he leído nada y ahora que me has descubierto el tema, me parece muy interesante y me surgen muchas dudas. Espero que post a post nos vayas enseñando.
Hola Gabriel Tren,
ResponderEliminarGracias por tus comentarios, he pasado por tu blog y me gustan las fotografias de instalaciones en desuso, tiene un aire de decadencia que siempre me ha gustado.
Necesito un poco más de tiempo para ver todas las entradas, espero encontrar sorpresas.
Con referencia al esfuerzo de tracción, normalmente se usaba el sentido común y el oficio de los antiguos carreteros.
El uso de un animal, un tronco o una cuarta dependía del peso del vehículo y de la pendiente del trazado.
Los Ingenieros de caminos franceses E.Aucamus y L.Galine en su libro "Tramways et automobiles" de 1900, valoraban que el esfuerzo medio que un caballo desarrollaba es de 20 a 30 Kg teniendo en cuenta que la resistencia que ofrece a la tracción un carro sobre raíles esta entre 6 y 8 Kg por toneladas tendremos que para un tranvía de 6500Kg el esfuerzo necesario para su desplazamiento ira de:
F=(8kg X 6,5Tm)/2=26Kg a F=(6kg X 6,5Tm)/2=19,5Kg
que esta dentro de los valores indicados >20 y <30 Kg
Si el valor fuera menor se consideraba una perdido de rendimiento y si era mayor sería perjudicial para el animal.
Encontraras una información muy extensa sobre el tema en el articulo de Juanjo Olaizola "Introducción a la tracción de Sangre" Revista de historia ferroviaria NºII Diciembre 2004.
Gracias por los ánimos Bandero,
ResponderEliminarCreo que ampliando lo comentado, revisando las noticias de las hemerotecas, durante los años que circularon vehículos de tracción animal por Barcelona, y a causa de la competencia que se establecía entre compañías de tranvía y riperts u ómnibus, era frecuente ver carreras entre vehículos de las diversas empresas, ello dio lugar a numerosos artículos de denuncia en la prensa y a la intervención de las autoridades municipales.
¡Hola Railsiferradures!
ResponderEliminarNo entiendo mucho de fórmulas, pero me parece un poco excesivo para los caballos a pesar de los números. En cuanto a las carreras que citas, parece mentira que los humanos podamos llegar a estos extremos. Suerte que como bien nos informas hubieron denuncias e intervención de autoridades. Pienso que es muy interesante tu blog con este tema y yo que soy amante de los animales, pues tiro para mi lado, aunque sé que tú también lo eres. Un beso.
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ResponderEliminarHola Clariana,
ResponderEliminarRealmente el trabajo que desarrollaban los caballos y mayoritariamente las mulas (en España), era excesivo, en estadísticas de la época, estos cuando trabajaban en compañías de transporte ya fueran tranvías, ómnibus o diligencias esta vida útil se reducía a cinco años cuando en la misma época la vida de un caballo de trabajo en el campo era de unos veinte. Por ello cuando surgió la tracción eléctrica, las sociedades protectoras de los animales, ya existentes en aquel tiempo, hicieron campaña a favor de los mismos.
Sin embargo a la larga el resultado fue la practica desaparición de los caballos y mulas de las urbes.
Próximamente .:.SeBaS.:. Publicará un articulo dedicado a nuestros amigos los équidos que durante tantos años trajinaron aquellos artefactos aguantando con nobleza, paciencia y en ocasiones alguna coz, las arreadas de los cocheros y las impertinencias de transeúntes.