Al cumplirse los primeros 100 años del primer tranvía de Valencia y poco después de la desaparición de este transporte de dicha ciudad, El Sr. José Sebastián publicaría en el Boletín de Tranvías de Barcelona una Historia del transporte público en dicha capital, dicha historia iba ilustrada con fotografiás de la colección del Sr. Jordi Ibañez que en los últimos artículos eran realizadas por el mismo.
Nosotros publicaremos aquí el primer capitulo, tomándonos la libertad de cambiar algunas de las fotografiás que aparecían en el.
Tranvías y Ferrocarriles Económicos iniciación y crecimiento (1875-1916)
Nosotros publicaremos aquí el primer capitulo, tomándonos la libertad de cambiar algunas de las fotografiás que aparecían en el.
Tranvías y Ferrocarriles Económicos iniciación y crecimiento (1875-1916)
Los Primeros TranvíasValencia 1874. La capitalidad del antiguo Reino era ya una ciudad importante que progresaba en todos sentidos y transformábase de manera ostensible. Las murallas. vestigio de tiempos medievales que la asfixiaban e impedían su normal desarrollo. hacía ya unos años que habían sido derribadas. Sucedíanse las mejoras urbanas. Núcleos de viviendas y caserones antiguos y ruinosos eran demolidos para levantar barriadas de elegantes mansiones y edificios modernos. Crecía la población de las afueras. Progresaba el comercio y la industria, y el ferrocarril, aquel revolucionario invento que en 1848 había despertado la admiración de todos al ser implantado por primera vez en España. circulaba ya desde 1855 en toda la línea de Valencia a Játiva y ponía en rápida comunicación con la capital y su puerto. los numerosos pueblos de la riquísima Ribera del Júcar. Se inicia para Valencia una época de prosperidad. y es en este ambiente favorable y dispuesto. cuando aparecen los primeros tranvías urbanos. Valencia precisaba de un medio de transporte rápido, cómodo y económico que enlazara el primitivo casco con los poblados marítimos. La importancia comercial del puerto. la grandiosa afluencia de bañistas que durante la temporada estival se trasladaban a las playas y el gran número de personas que veraneaban en el Cabañal y que por su ocupaciones había de desplazarse diariamente a Valencia, establecían una continua y activa circulación entre la capital y Villanueva del Grao.
El camino del puerto era una interminable hilera de carros, tartanas y vehículos de todas clases que iban y venían sorteando baches entre una espesa nube de polvo; los accidentes se tocaban unos con otros y la circulación sufría constantes interrupciones. Clamaba una solución rápida y era natural se pensara en el establecimiento del tranvía, sistema que en otras capitales españolas había sido ya implantado con gran éxito.
La iniciativa surge de una entidad barcelonesa: (La Sociedad Catalana General de Crédito). El proyecto aparece fechado en la ciudad condal el 20 de Noviembre de 1874 y la escritura de concesión se otorgó el 27 de Septiembre de 1875. Es, pues, a esta Sociedad a la que el Ayuntamiento de Valencia otorgó el primer tranvía.
El trazado de la línea señalado en la condición primera de pliego que rigió el concurso fue al poco tiempo modificado a instancias del concesionario, en razón de las dificultades de orden técnico que su construcción presentaba, quedando definitivamente establecido como sigue: Plaza de San Francisco, Sangre, San Vicente, Mar, Campaneros, Miguelete, Constitución, Caballeros, San Bartolomé, Serranos, Santa Ana, Ronda exterior, Puente del Real, Camino de la Soledad, Camino del Grao, (con doble vía en toda su extensión) llano del Remedio, antigua Puerta del Mar, Fábrica de Tabacos, Príncipe Alfonso, Intendencia Militar, Barcas y Plaza de San Francisco.
Se autorizó también a la Empresa para establecer un ramal o desvío de enlace desde el Puente del Real a la Plaza de las Barcas por las de Tetuán y Príncipe Alfonso, al objeto de poder ser utilizado en los casos que no fuera posible verificar el servicio por el interior de la Ciudad o conviniere realizarlo en condiciones especiales.
La iniciativa surge de una entidad barcelonesa: (La Sociedad Catalana General de Crédito). El proyecto aparece fechado en la ciudad condal el 20 de Noviembre de 1874 y la escritura de concesión se otorgó el 27 de Septiembre de 1875. Es, pues, a esta Sociedad a la que el Ayuntamiento de Valencia otorgó el primer tranvía.
El trazado de la línea señalado en la condición primera de pliego que rigió el concurso fue al poco tiempo modificado a instancias del concesionario, en razón de las dificultades de orden técnico que su construcción presentaba, quedando definitivamente establecido como sigue: Plaza de San Francisco, Sangre, San Vicente, Mar, Campaneros, Miguelete, Constitución, Caballeros, San Bartolomé, Serranos, Santa Ana, Ronda exterior, Puente del Real, Camino de la Soledad, Camino del Grao, (con doble vía en toda su extensión) llano del Remedio, antigua Puerta del Mar, Fábrica de Tabacos, Príncipe Alfonso, Intendencia Militar, Barcas y Plaza de San Francisco.
Se autorizó también a la Empresa para establecer un ramal o desvío de enlace desde el Puente del Real a la Plaza de las Barcas por las de Tetuán y Príncipe Alfonso, al objeto de poder ser utilizado en los casos que no fuera posible verificar el servicio por el interior de la Ciudad o conviniere realizarlo en condiciones especiales.
El Ayuntamiento del Grao, en mayo de 1876, concedió permiso a la "Sociedad Catalana General de Crédito", mediante determinadas condiciones, para el paso del tranvía por la calle Mayor.
Las obras comenzaron el 18 de enero de 1876 y debían estar terminadas a los dieciséis meses, contados desde el día en que la concesión se elevó a escritura pública. La instalación. de la línea, especialmente por el interior de la ciudad, fue un acontecimiento que despertó el interés y la curiosidad de las gentes. En las calles céntricas los obreros trabajaban afanosamente abriendo zanjas, colocando las vías metálicas, desempedrando la línea y volviéndola a empedrar entre la admiración y el comentario favorable del vecindario.
Mucho antes del plazo fijado, terminaron las obras de instalación del tranvía de Valencia a Vinanueva del Grao. En realidad no fue una línea, sino dos las que se denominaron (Valencia el Grao) e (Interior Primitivo).
Concluida la construcción y dispuesto el material se fijó la inauguración del servicio para el 23 de junio de 1876, y efectivamente la víspera de San Juan, día en que comenzaba la temporada de baños, circularon por el Camino del Grao y por las calles de la Ciudad los primeros tranvías de tracción animal. El diario Las Provincias, publicaba la siguiente reseña del acto inaugural:
Ayer se verificó en Valencia una solemnidad muy grata y satisfactoria, pues se refería a un nuevo paso dado en la senda de los modernos adelantos. Nos referimos a la inauguración del tranvía que atraviesa la Ciudad y cond:uce a las vecinas poblaciones marítimas, construido por La Sociedad Catalana de Crédito. En la Plaza de San Francisco, junto al Cuartel, se había dispuesto sobre un estrado un sencillo altar, en el que debía verificarse la bendición de vía y de los carruajes. Uno de éstos se hallaba a los pies del altar. La plaza y las calles de la Sangre y San Vicente, por donde debía comenzar la marcha, estaban llenas de gente. A las diez y media salieron de las Casas Consistoriales las autoridades y los representantes de la Empresa y personas invitadas al efecto. Entre las primeras vimos al Capitán General, al Segundo Cabo, al Deán, al Presidente de la Audiencia, al Alcalde de Valencia, al Comandante de Marina, varios Tenientes de Alcalde y concejales, al Alcalde del Grao y otros que no recordamos.
El Secretario del Gobierno, encargado del despacho por ausencia del Gobernador, no pudo asistir por ocupaciones, pero representaba al Gobierno de la Provincia, el Jefe de Fomento y los Oficiales primero y segundo de la Secretaría. También excusó la asistencia, por las urgencias del servicio, la Comisión Provincial. La Empresa constructora estaba representada por varias de las personas que están al frente de ellas y que han venido de Barcelona exprofeso. También han venido a esta solemnidad industrial, representantes de la prensa de Barcelona.
Inmediatamente ocuparon las Autoridades e invitados el coche que se acababa de bendecir y otros cinco que estaban preparados al efecto. Estos carruajes, en que se fijaba con vivo interés la atención pública, son magníficos, perfectamente construidos y muy bien dispuestos para el servicio que han de hacer. Los hay de dos clases: los que tienen imperial han sido construidos en Inglaterra, y los que carecen de él en Bélgica. Unos y otros son muy desahogados y ofrecen completa comodidad. Caben ocho asientos en cada uno de los dos bancos. La perfección del trabajo de la madera, los bellos cristales de colores de la cubierta y todos los detalles, perfectamente estudiados, les dan el carácter de lujo en los cuales no puede desdeñar de ir la dama más aristocrática.
Todos ellos llevan el escudo de las barras y cada uno su número de orden. Cada carruaje va tirado por dos caballos. Los que trabajaron ayer eran animales de muy buenas condiciones e iban adornados con escarapelas de los colores nacionales.
Las obras comenzaron el 18 de enero de 1876 y debían estar terminadas a los dieciséis meses, contados desde el día en que la concesión se elevó a escritura pública. La instalación. de la línea, especialmente por el interior de la ciudad, fue un acontecimiento que despertó el interés y la curiosidad de las gentes. En las calles céntricas los obreros trabajaban afanosamente abriendo zanjas, colocando las vías metálicas, desempedrando la línea y volviéndola a empedrar entre la admiración y el comentario favorable del vecindario.
Mucho antes del plazo fijado, terminaron las obras de instalación del tranvía de Valencia a Vinanueva del Grao. En realidad no fue una línea, sino dos las que se denominaron (Valencia el Grao) e (Interior Primitivo).
Concluida la construcción y dispuesto el material se fijó la inauguración del servicio para el 23 de junio de 1876, y efectivamente la víspera de San Juan, día en que comenzaba la temporada de baños, circularon por el Camino del Grao y por las calles de la Ciudad los primeros tranvías de tracción animal. El diario Las Provincias, publicaba la siguiente reseña del acto inaugural:
Ayer se verificó en Valencia una solemnidad muy grata y satisfactoria, pues se refería a un nuevo paso dado en la senda de los modernos adelantos. Nos referimos a la inauguración del tranvía que atraviesa la Ciudad y cond:uce a las vecinas poblaciones marítimas, construido por La Sociedad Catalana de Crédito. En la Plaza de San Francisco, junto al Cuartel, se había dispuesto sobre un estrado un sencillo altar, en el que debía verificarse la bendición de vía y de los carruajes. Uno de éstos se hallaba a los pies del altar. La plaza y las calles de la Sangre y San Vicente, por donde debía comenzar la marcha, estaban llenas de gente. A las diez y media salieron de las Casas Consistoriales las autoridades y los representantes de la Empresa y personas invitadas al efecto. Entre las primeras vimos al Capitán General, al Segundo Cabo, al Deán, al Presidente de la Audiencia, al Alcalde de Valencia, al Comandante de Marina, varios Tenientes de Alcalde y concejales, al Alcalde del Grao y otros que no recordamos.
El Secretario del Gobierno, encargado del despacho por ausencia del Gobernador, no pudo asistir por ocupaciones, pero representaba al Gobierno de la Provincia, el Jefe de Fomento y los Oficiales primero y segundo de la Secretaría. También excusó la asistencia, por las urgencias del servicio, la Comisión Provincial. La Empresa constructora estaba representada por varias de las personas que están al frente de ellas y que han venido de Barcelona exprofeso. También han venido a esta solemnidad industrial, representantes de la prensa de Barcelona.
Inmediatamente ocuparon las Autoridades e invitados el coche que se acababa de bendecir y otros cinco que estaban preparados al efecto. Estos carruajes, en que se fijaba con vivo interés la atención pública, son magníficos, perfectamente construidos y muy bien dispuestos para el servicio que han de hacer. Los hay de dos clases: los que tienen imperial han sido construidos en Inglaterra, y los que carecen de él en Bélgica. Unos y otros son muy desahogados y ofrecen completa comodidad. Caben ocho asientos en cada uno de los dos bancos. La perfección del trabajo de la madera, los bellos cristales de colores de la cubierta y todos los detalles, perfectamente estudiados, les dan el carácter de lujo en los cuales no puede desdeñar de ir la dama más aristocrática.
Todos ellos llevan el escudo de las barras y cada uno su número de orden. Cada carruaje va tirado por dos caballos. Los que trabajaron ayer eran animales de muy buenas condiciones e iban adornados con escarapelas de los colores nacionales.
A las once menos cuarto emprendieron la marcha los seis carruajes, siguiendo, entre un numeroso concurso, por las calles de la Sangre, San Vicente, Mar, Campaneros, plaza San Bartolomé y calle Serranos a salir de la Ciudad por la calle del Muro de Santa Ana. En todo este trayecto a pesar de las frecuentes curvas que hace la vía, la marcha fue completamente feliz. Los inteligentes admiraban el entendido desarrollo de estas curvas, y las personas que en Barcelona han asistido a la inauguración de otros tranvías consignaban que era la primera vez que esto se hacía sin descarrilamiento.
Siguió la marcha por la orilla del río, venciéndose con gran facilidad las pendientes de subida y bajada del Puente del Real, y llegando sin novedad al Grao, en cuya calle Mayor terminó el recorrido de la vía. Allí se mudaron los tiros, pasándolos al otro lado de los carruajes, lo cual se verifica de un modo muy sencillo y expedito, y siguiendo la marcha en sentido inverso, fueron a parar los carruajes a la puerta del jardín Real, en donde se apearon los expedicionarios, felicitándose del buen éxito de la inauguración y dando mil plácemes al ingeniero D. Rómulo Zaragoza, que ha dirigido todas las obras y ha sido el alma de la empresa.
La novedad de aquellos primeros tranvías constituyó durante mucho tiempo la nota sobresaliente de la Ciudad. La gente se detenía en las calles al paso de los coches para admirarlos, y los vecinos se asomaban a los balcones; se cambiaban aplausos y saludos entre espectadores y viajeros y muy especialmente entre los que ocupaban los imperiales y los que salían a los balcones de los entresuelos o primeros pisos, que en algunas calles angostas y cuando el vehículo se detenía, llegaban a lanzarse obsequios y hasta estrecharse las manos.
Siguió la marcha por la orilla del río, venciéndose con gran facilidad las pendientes de subida y bajada del Puente del Real, y llegando sin novedad al Grao, en cuya calle Mayor terminó el recorrido de la vía. Allí se mudaron los tiros, pasándolos al otro lado de los carruajes, lo cual se verifica de un modo muy sencillo y expedito, y siguiendo la marcha en sentido inverso, fueron a parar los carruajes a la puerta del jardín Real, en donde se apearon los expedicionarios, felicitándose del buen éxito de la inauguración y dando mil plácemes al ingeniero D. Rómulo Zaragoza, que ha dirigido todas las obras y ha sido el alma de la empresa.
La novedad de aquellos primeros tranvías constituyó durante mucho tiempo la nota sobresaliente de la Ciudad. La gente se detenía en las calles al paso de los coches para admirarlos, y los vecinos se asomaban a los balcones; se cambiaban aplausos y saludos entre espectadores y viajeros y muy especialmente entre los que ocupaban los imperiales y los que salían a los balcones de los entresuelos o primeros pisos, que en algunas calles angostas y cuando el vehículo se detenía, llegaban a lanzarse obsequios y hasta estrecharse las manos.
Pocos meses después de inaugurado el servicio se alteró el trazado de línea que recorría el Puente del Real y Camino de la Soledad, y se construyó doble vía por el llano del Remedio y Puente del Mar a enlazar frente a San Juan de la Rivera, trazado que permaneció hasta antes de inaugurarse el Puente de Aragón. El viaje de Valencia al Grao o viceversa valía veinticinco céntimos.
En aquella Valencia de 1876, de calles estrechas y limitadas por las Rondas, el establecimiento del primer tranvía fue un acontecimiento memorable.
José Sebastián (Fotos Jordi Ibáñez)
En aquella Valencia de 1876, de calles estrechas y limitadas por las Rondas, el establecimiento del primer tranvía fue un acontecimiento memorable.
José Sebastián (Fotos Jordi Ibáñez)
HOLA:
ResponderEliminarGRACIES PER POST DEDICAT ALS TRANVIES DE VALENCIA.
ARA JA NOMÉS HI HA EL TRANVIA NOU.
DESDE AQUESTA CIUTAT, VOS ENVIO UNA ABRAÇADA, Montserrat
Hola Montserrat,
ResponderEliminarEs curios que el traçat d'aquest nou tramvia que hi teniu a Valencia sigui precisament del Grau a Valencia, com el del primer tramvia.
El vostre tramvia va ser el pioner dels tramvies moderns i recordo que un cop el varen obrir vaig aprofitar la primera escapada per anar-lo a veure.
Una abraçada.
Hola , estic sense paraules, una feina impresionant, encara no ho he repasat tot ni molt menys pero et felicito, un blog alucinant.A França al Mont Saint Michel hi ha un projecte per fer un trenvia amb tracció animal, ho pots mirar a hippotese.free.fr/blog i pensat que et podria interesar un altre blog es el de percheron-international.blogspot.com aqui tambe en parla hi ha molta informació agafat-ho em calma....una salutació.
ResponderEliminarGracies per el teu comentari Equibru,
ResponderEliminarNosaltres som un petit equip, ferradures que des molt petit ha tingut els caballs,ases i altres besties com a principal motivació i rails que he estat tota la vida un enamorat dels tramvies.
Val adir que a en ferradures tambe l´hi agraden els trens i a mi els equins en especial els ases.
Us agraiexo tambe les informacions referents a aquest projecte de tramvia frances que hi desconeixia.
Salutacions.
rails i ferradures
¡Hola Railsiferradures!
ResponderEliminarGran acontecimiento para el 1876 la inauguración de las líneas de tranvia de Valencia que unían la ciudad con pueblos marítimos cercanos. Con la presencia de las autoridades, la bendición de los tranvías por la iglesia y el alboroto y júbilo de la gente. No es para menos, se iban a evitar todos aquellos inconvenientes del polvo, continuos accidentes, esperas, etc. etc.
Los obreros desempedrando y empedrando otra vez las calles, para poder instalar todo lo referente a las vías del tranvía...
Es bonito cerrar los ojos por un momento y tratar de imaginar cómo sería todo ésto en aquella época no tan lejana, pero sí en cuanto al progreso técnico. Besos a los componentes de la mesa ovalada y a los que la circundan.
Realmente si debió de ser una gran fiesta en una ciudad ya de por si festera.
ResponderEliminarSeria fantástico poder mirar por un agujero y ver tal como eran las cosas entonces, aunque quizás nos llevaríamos muchas sorpresas.
Un abrazo de los componentes de la mesa oval y de los que se mueven alrededor.
besos railsiferradures
¡Hola Railsiferradures!
ResponderEliminarImagino que debéis estar muy ocupados con el trabajo o con otros asuntos, pues hace días que se encuentra a faltar vuestro nuevo post.
Espero que estéis todos bien, que el nuevo curso escolar vaya viento en popa y agradezco vuestro comentario. Abrazos para todos.
Hola Clariana,
ResponderEliminarA veces cuesta un poco continuar, como veras hoy ya hemos publicado nuestro post.
Besos de Ferradures resto de familia y mios.