domingo, 28 de agosto de 2011

Un monorraíl a ras de suelo, un precedente de los actuales tranvías de raíl central.

  A veces, se dan felices coincidencias. Mientras preparábamos la entrada correspondiente al tranvía monorraíl de Sant Martí, en el "Richards Blog", aparecían unas bellas fotos del nuevo sistema de transporte de Venecia, un sistema de tranvía que rueda guiado sobre un único raíl central y traccionado y equilibrado por neumáticos.

En la fase de documentación previa a la confección de nuestra entrada, habíamos dado con un curioso monorraíl de la isla de Canvey en Essex UK.

No lo habíamos incluido para no crear confusión y aunque era realmente un auténtico monorraíl pues circulaba sobre un único carril, el hecho de que asociemos estos vehículos a ferrocarriles que se desplazan elevados, pensábamos podría crear confusión.

La aparición de las fotos mentadas nos ha hecho avanzar la publicación que teníamos pensado dejar para más adelante.

EL TRANVÍA MONO-METAL DE LA ISLA DE CANVEY
Cuando revisamos antiguos documentos, tenemos la sensación de lo que los franceses llaman "deja-vù", y aquí podríamos traducir por nada nuevo bajo el sol.
Uno de los más novedosos sistemas tranviarios introducido en Caen, Francia y ahora en Venecia, consiste en un tranvía que guiado sobre un raíl central que hace las veces de línea de retorno, alimentado eléctricamente mediante catenaria y pantógrafo de ballesta, y finalmente traccionado por neumáticos laterales que le dan unas cualidades de híbrido entre tranvía y trolebús con sus ventajas y defectos.
Pues bien, hace más de un siglo en la pequeña isla de Canvey, el Sr. Frederick Hester construyó y explotó una pequeña línea de tranvía de tracción animal también guiada sobre un único raíl y con la diferencia de que la tracción no la realizaban neumáticos en los laterales, si no un único caballo, también en un lateral del vehículo y conducido por un mayoral que sentado en la parte delantera del coche guiaba mediante riendas al corcel y con una palanca mantenía el freno sobre las ruedas.
El caballo, y suponemos que algún sistema de contrapesos, mantenían el equilibrio de este pequeño tranvía que por decir algo creemos que debió ser el ferrocarril de vía más estrecha jamás concebido.

Según un artículo escrito por el Sr. Frank Whitnall en 1966, al establecerse una línea de ferrocarril entre Londres y Shoeburyness, se creó una floreciente etapa en aquella región, y creando una opción a las personas a escapar de la gran expansión en que se hallaba Londres facilitándoles un contacto con el campo y el mar.

En aquella época de cambio de siglo, muchos emprendedores estaban invirtiendo en el condado de Essex. Uno de ellos, Frederick Hester, consciente de que "millones y millones de trabajadores londinenses" comenzaban a tener posibilidades de disfrutar de unas vacaciones junto al mar, se propusó la transformación de Canvey Island en un destino turístico de primer nivel.
Este aventurero victoriano se dió cuenta de que el éxito final del programa dependía en gran medida de una buena comunicación interna, y poco después de su llegada a la isla, decidió construir su propio ferrocarril.

Diversos factores impedían la construcción de un ferrocarril convencional, y Hester concibió la idea de una línea de tranvía monorraíl, que en su momento demostró ser un concepto revolucionario.

La segunda edición de "The Daly History" publicado en 1902, indicaba orgullosamente: "En lo que se refiere al tranvía mono-metal, siempre será un honor para Canvey Island el haber sido el origen de este nuevo y rápido sistema de locomoción en Inglaterra".

Sin duda fue un audaz plan , para una comunidad que entonces contaba con menos de 500 personas.

Hester pretendió vincular el embarcadero del ferry en Benfleet Creek, que también la conectaba a la estación de línea principal, con el nuevo muelle y una explanada entonces en construcción en el lado sur de la isla, frente al Támesis. Como una atracción adicional, el monorraíl conducía hasta las inmediaciones del Palacio de Invierno, jardín exótico entonces en construcción, y diseñado para ser una de los mayores de su tipo en el sudeste de Inglaterra.

Las obras del monorriel comenzaron en 1901 con una vía de acero y varios desvíos u apartaderos para permitir el cruce de varios tranvías en su camino, el trazado alcanzó una longitud de unos cinco kilómetros. El recorrido inicial preparado por el Sr. Hester partía de los diques junto al mar prosiguiendo por el área de Winter Gardens en Lakeside, donde proseguiría hacia el este paralelamente a la calle principal, desde allí continuaba a lo largo de Point Road hacia la terminal cerca de una futura dársena y del hotel Marlborough House. Desde ahí estaba previsto ampliar la línea sobre las aguas del arroyo para conectarlo con el ferrocarril de largo recorrido, proporcionando un acceso más rápido hacia y desde Southend. Este ramal nunca se materializó.
Los pasajeros viajaban alojados en un tranvía diseñado para circular equilibrado simplemente sobre dos ruedas, una en la parte delantera y el otra en la trasera, accionado por caballos de pura sangre que se enganchaba a un marco de madera para impulsar el vehículo. Cada tranvía tenía un acceso lateral y una capacidad para dieciséis pasajeros, sentados en unos bancos tapizados y bajo un techo de cubierta removible. El conductor, se sentaba en una pequeña plataforma delantera descubierta desde la que podía controlar el tranvía y hacer simultáneamente las funciones de cicerone a los encantados pasajeros.

El tranvía real puesto en servicio en el monorraíl era muy diferente al inicialmente previsto por la empresa, como se deduce de las fotografías, era poco más que una caja de madera con ruedas tirado por un rocín, mas listo para la jubilación que para trabajar. El conductor parece ser un joven un tanto indiferente, vestido con el típico traje de trabajo, esperando a unos pocos pasajeros que estaban dispuestos a arriesgar un viaje en este artefacto extraño.
Este primer monorraíl, tuvo una breve vida, ligada a una crisis financiera que obligó a la salida del Sr. Hester de la Isla de Canvey con lo que todos los planes de desarrollo en aquella comunidad se derrumbaron por completo.
Ante la pregunta del comentarista del "Richards blog" Sr. Christoph Heuer, ´sobre como denominar o clasificar al TVR, nosotros siempre enemigos del uso de neologismos, y dado que el nuevo transporte de Venecia no es ni un Trolebús ni un monorraíl, opinamos que podríamos retomar el antiguo nombre del vehículo de Hester y denominarlo Tranvía-monometal.

Por cierto, auguramos a este nuevo sistema de transporte un mucho mejor futuro que a su predecesor, y creemos que puede ser un buen sistema para ciudades con calles empinadas como la nuestra, donde la adherencia de los neumáticos combinada con la potencia del accionamiento eléctrico, podría ser una solución para recorridos mar-montaña.

9 comentarios:

  1. Hola amics:
    Ya me he paseado por el tranvía monorail en el túnel del tiempo.
    "Hoy las Ciencias adelantan que es una barbaridad".como dice D.Hilarión en la Zarzuela "La Verbena de la Paloma".
    Desde luego que tenéis un blog de mucha calidad.
    Tengo que dedicaros una entrada para que se enteren mucha más gente.
    Una abraçada, Montserrat

    ResponderEliminar
  2. Hola Montserrat,
    Gracias por estas cariñosas palabras. Por otro lado disculpa que respondamos a velocidad de cartero del siglo XXI y no en tiempo real como se suele hacer hoy.
    Nos a encantado tu alusión a Don Hilarion de la Verbena de la Paloma del genial Chapi, ya sabes que nos gusta la Zarzuela y todas las músicas bien interpretadas.
    Un abrazo de tus amigos que pronto volverán a Sant Andreu,
    railsiferradures.

    ResponderEliminar
  3. Desconocia por completo esta variante de tranvia. Es un poco sorprendente.

    Estos inventos uno nunca sabe si tendrán futuro o no. ¿Habeis averiguado quien es el constructor del material motor?

    ResponderEliminar
  4. Como en otras ocasiones tengo mi pregunta al respecto.
    Al ver un empleado del monorrail sentado en una especie de rueda, y detrás los pasajeros y un caballo, no sé exactamente la función de tracción del caballo. ¿Es que obedece esta posición a cuando el pavimento es de bajada? Y la función de equilibrar el vehículo que también tiene el caballo ¿cómo sería?
    Es interesante ese sistema de tranvías, así como el anterior de vehículos colgados a un raíl. Si en la ciudad fueran un poco más imaginativos y le dedicaran tiempo y presupuestos, creo que no haría falta tanta acumulación de coches, desprendiendo gases contaminantes y haciendo muy ardua la circulación de unos y otros. Bueno, haría falta también voluntad por parte de las personas, que somos bastante cómodos.
    Un abrazo a todos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Que surpresa!!! Encontro-me sem palavras... um beijo imenso!

      Eliminar
    2. Hola Teca,
      Es un comentario muy antiguo de Clariana, hoy no escribe comentarios, lo siento.
      Un abrazo de Clariana que si se alegra de tener tu recuerdo.
      rails i ferradures.

      Eliminar
    3. Me desculpe! Não sei como, mas a notificação deste comentário foi enviada para meu correio, por isso a surpresa. Tenho estado pouco nos blogs...
      De qualquer forma, um beijo carinhoso para Clariana e um grande abraço para todos vocês.

      Eliminar
  5. Buenas tardes Bandero,
    Este sistema, me refiero al actual TVR, es bastante reciente, las primeras noticias que tuve de el son de 2004 aproximadamente aunque ya no era una novedad, actualmente hay sistemas de este tipo en Nancy, Caen y Venecia, ( El de las fotografías del Blog Richard's-tram). He encontrado una referencia como fabricante de Bombardier, aunque desconozco si tiene la exclusiva.
    Hay bastante información en la vikipedia, buscando como Guided Light Transit, Tramvia di Mestre y Rubber-tyred trams.
    Saludos tranviarios
    railsiferradures

    ResponderEliminar
  6. Hola Clariana,
    Al llevar el raíl en el centro, este hubiera sido un estorbo para el andar del caballo por lo que se opto por que tirara desde un lado en lugar que desde delante, es decir parecería como un sidecar donde el caballo haría las funciones de moto.
    Este sistema estaba pensado para lineas muy cortas y evidentemente sin grandes dificultades, el hecho de que se sostuviera únicamente sobre dos ruedas como una bicicleta y que el caballo tuviera que compensar la carga, obligaba a que el coche fuera muy estrecho y a que los pasajeros se colocaran adecuadamente a ambos lados para no fatigar al animal ni desnivelar peligrosamente el vehículo.
    De hecho se trata solo de una curiosidad de la época que quizás no resultará practica, pero si era imaginativa como tu bien dices.
    Un abrazo y muchos besos de tu tribu favorita que esta a punto de retorno a la dura realidad urbana,
    railsiferradures

    ResponderEliminar