La
tripulación de los tranvías estaba formada por el mayoral o cochero
y el conductor o cobrador. Esta
última denominación, conductor, hoy nos parece confusa, pues
actualmente se aplica al chófer o al que conduce el vehículo. En
los orígenes, el conductor era quien conducía al pasaje dejando las
labores de guía del vehículo al mayoral. De este último oficio, ya
publicamos una entrada en su día.
De este
oficio, hoy prácticamente desaparecido, solo tenemos constancia de
su pervivencía, en el tranvía de Sóller.
Tuvo, probablemente, sus orígenes en los omnibuses del siglo XIX, ante la necesidad de poder cobrar el viaje en los breves trayectos urbanos.
Tuvo, probablemente, sus orígenes en los omnibuses del siglo XIX, ante la necesidad de poder cobrar el viaje en los breves trayectos urbanos.
Además de la función
que ya se desprende del nombre, es decir el cobro del viaje, el
conductor debía avisar al mayoral de las paradas para ascender o
descender al pasaje, facilitar acomodar a los viajeros, y mantener la
disciplina en el interior del coche.
Del
reglamento de los tranvías de París, hemos extraído estos
artículos que hablan de las funciones del conductor:
ART.
376. - Orden de marcha. - Ayuda para los viajeros. -
En las líneas
de tranvía que no tienen puntos de parada fijos, los conductores o
cobradores estarán obligados a hacer detener sus vehículos, cuando
tengan que tomar o dejar pasajeros. Ayudarán a los viajeros y, sobre
todo mujeres y niños, a acceder o descender del coche.
Plantilla de conductores del tranvía del Ensanche 1889 |
En las líneas
de tranvía con paradas fijas, el conductor, receptor o controlador
también dará la señal de salida una vez que todos los pasajeros se
hallen bien colocados.
Las
ordenanzas municipales y diversos reglamentos, limitaban la capacidad
de ocupación de los coches tanto en su interior, como en las
plataformas y el imperial. No obstante, las empresas hacían la vista
gorda a este punto, y por otra parte es seguro que la labor del
conductor de impedir acceso a los vehículos una vez llegado al cupo,
debería ser ardua.
El
mismo reglamento escogido dice al respecto:
ART. 377. -
Sobrecarga- Los conductores o cobradores en los vehículos no podrán
permitir la subida de más pasajeros al coche de lo que es indicado
como número de espacios permitidos, tanto en el interior, en la
plataforma o en el piso superior.
Excepcionalmente, a los
ingenieros, inspectores y el personal de operación del servicio de
tranvías, que lleven la tarjeta de identificación expedida por la
compañía, les será permitido el acceso a los mismos.
ART. 378.
- Uso del aviso de "Completo". - Cuando todos los asientos
del interior y plataformas estén ocupados, los conductores y
receptores deberán colocar en forma visible la indicación
"COMPLETO", hasta que se produzca una vacante.
En
Barcelona según un articulo de La Vanguardia de
9 de agosto de 1881,
la ocupación de los coches se
regia por la siguiente normativa:
Los
conductores de coches y de ómnibus no podrán llevar en ellos más
personas que las que marque la respectiva licencia que les haya sido
concedida. En los tranvías tampoco podrán ir más personas que las
que correspondan al número de asientos que su interior contenga, y
cuatro pasajeros en las plataformas anterior y posterior, poniéndose
cuando esté lleno este numero la tablilla de Completo. Para
la subida y bajada de los pasajeros deberá pararse el tranvía. No
se permitirá que en la vía pública se detenga carruaje alguno, más
que el tiempo indispensable para que las personas suban ó bajen, ni
que los coches llamados de plaza bordeen por ella, debiendo marchar,
así que se desocupen, á situarse en las paradas.» Luego añadíamos:
"Con el exacto cumplimiento de lo que antecede, se ahorrarían
muchas de las desgracias que los vehículos causan con demasiada
frecuencia en esta capital.» Véase pues si es asunto al que deba
dedicar el Ayuntamiento preferente atención.
Una
noticiá del mismo año refleja una situación probablemente
habitual:
-En
la Plaza de Palacio ocurrió ayer una escena sumamente desagradable y
que por poco degenera en tumulto á causa de no cumplir los empleados
"el tranvía de circunvalación las disposiciones que rigen
sobre itinerario y cabida de los coches. En primer lugar en un coche
que es el número 13 que tiene capacidad oficial para 32 personas
iban 51 y en segundo lugar en vez de salir á las doce y cuarto lo
hizo á la una menos 27 á pesar de hallarse allí varios coches
materialmente atestados de pasajeros. Todas estas circunstancias
disgustaron de tal modo á los viajeros que prorrumpieron en quejas y
exclamaciones al jefe del apeadero, el cual se mostró tan poco
complaciente y cortés, que su conducta acabó de exasperar los
ánimos de aquellos á quienes no solo se obliga á viajar como
estibados, sino que se les detiene sin causa ni fundamento alguno
bajo los ardores de un sol canicular doble tiempo del reglamentario.
Es necesario que se haga entender á las empresas que el servicio que
prestan es público, y que deben ajustarse á los horarios
establecidos y no permitir tampoco que se hacinen los pasajeros de
una manera inconsiderada. Esto aparte, de que ante todo los
dependientes de las empresas de lo primero de que deben dar maestras
es de tener siquiera buenos modales.
La
tarea que suponemos debía ser más difícil, era la de mantener el
orden entre el pasaje, es sin duda esta la que más disgustos,
incidentes y anécdotas habrá generado a estos sufridos empleados,
esta faceta seguro que debería poder llenar volumenes enteros de
diferentes historias.
Nuestro
querido reglamento nos decia:
ART.
379. - Policía de coches, (Funciones de orden en el interior de los
coches). - Higiene y seguridad. - Los conductores o cobradores deben
mantener el orden en sus coches y garantizar que los pasajeros se
coloquen de manera que no se interfieran unos con otros. -
No se
deben permitir:
1 º Que en los coches, ya sea dentro,en las
plataformas o en el imperial, viajen personas en estado de ebriedad,
vestidas de una manera desordenada o inconveniente o que transporten
bultos que por su naturaleza, volumen u olor, puedan, impedir el
acceso o incomodar a los viajeros.
2 ° Dejar fumar en el interior
de los coches, (si se les permitía fumar en las plataformas)
3 º
El acceso a perros.
Una
noticia de 17 de octubre de 1883 nos da una idea de como debían
lidiar los cobradores a algunos individuos:
-El
cochero del tranvía número 15 de Sans y un viajero promovieron no
poco escándalo en la carretera de la Cruz Cubierta. A las palabras
siguieron los insultos. y sucesivamente bofetones. puñetazos.
golpes. y como cuadro final. la cura en la casa de socorro.
La
empresa del tranvía de Gracia es preciso haga comprender al
conductor número 43 los deberes de la educación. pues el proceder
que observó anoche en el viaje de las diez. con un joven dependiente
de una casa de comercio. merece no pase desapercibida por la
Dirección.
Sin
embargo, esta última noticia tuvo un desmentido al día siguiente:
18 de octubre de 1883
-Debemos
rectificar la noticia que dimos ayer tarde sobre lo ocurrido por la
noche en un carruaje del tranvía de Gracia. entre un joven y el
conductor. puesto que aquél fue el que agrió la cuestión. lo cual
le ha valido una reprensión. fuerte de parte de su principal.
persona muy conocida nuestra.
Entre
sus funciones también estaba la de orientar a los viajeros, y en el
caso de París donde habían líneas con correspondencia, facilitarle
el billetaje para esta.
ART. 380. - Emisión de billetes de
correspondencia e información relativa a la misma. - Dentro de
París, los conductores o cobradores entregarán a los pasajeros que
lo soliciten, los billetes que les dan derecho a acceder a otras
lineas de correspondencia o enlace con las líneas
correspondientes.
Las billetes llevarán a la fecha actual y el
número del coche en el que fueron emitidos o firmar para arriba para
él. Los conductores o cobradores deberán anunciar en voz alta la
llegada a estos puntos de correspondencia las diferentes líneas de
conexión o destinos en este punto.
Si
como habíamos visto en su día, el mayoral debía tener cuidado de
la mecánica del coche y del cuidado de los animales durante el
trayecto, al conductor correspondía el cuidado del interior del
coche así como la labor de recuperar los objetos olvidados en su
interior:
ART. 381. - Objetos perdidos. - Durante el viaje, y
cada terminal, en la medida de lo posible antes de que los viajeros
estén fuera, los conductores deberán revisar el interior y visitar
el Imperial de sus coches. Si se hallan objetos que no pueden ser
entregados en el acto a sus propietarios, estos deben ser depositados
en la prefectura de policía antes de cuarenta y ocho horas.
Por
último, los controladores deberán a presentar en el mismo período,
los elementos dejados por los pasajeros dentro de las salas de
espera.
Una
noticia de 29 septiembre 1881 nos muestra la profesionalidad del
personal: -Un conductor de ómnibus, de París, ha tenido la suerte
de hallar en su vehículo la respetable cantidad de 350,000 francos
en billetes de banco, entregando á sus jefes la cartera que contenía
este tesoro. Media hora después se presentaba á reclamarla un riquísimo propietario del bulevar Monparnasse, que recompensó al
fiel conductor con un luis. Este rasgo es de los que; excusan todo
comentario en favor del donante.
Tambien
en nuestra ciudad, los conductores demostraban su buen hacer y el 28
de junio de 1883 sucedía: -El conductor número 18 del tranvía de
Gracia á esta capital. José Aguilera. encontró el lunes un pañuelo
en el coche. conteniendo una respetable suma en billetes del Banco de
España. Ya el día anterior el mismo conductor había vuelto á su
dueño una moneda de cinco duros que le había entregado en vez de
una pieza de calderilla. Recomendamos á la Compañía el proceder
del citado conductor. que revela una honradez á toda prueba.
El cambio de moneda.
La tarea de cobro exiguia una gran responsabilidad, hacia los años 1880 con el establecimiento de la peseta, se produjo un cambio de moneda. Asi la nueva peseta convivió con cuartos, reales y diversos tipos de calderilla.
La tarea de cobro exiguia una gran responsabilidad, hacia los años 1880 con el establecimiento de la peseta, se produjo un cambio de moneda. Asi la nueva peseta convivió con cuartos, reales y diversos tipos de calderilla.
Esto
supondria una tarea añadida a los cobradores, que ahora se
convertirán en cambistas y que no siempre estarían por la labor
originándose multitud de conflictos:
32493
de julio de 1881
-Es
preciso que á la mayor brevedad se dicte una disposición definitiva
acerca de la circulación dé las monedas borrosas, puesto que de lo contrario los conflictos que surgirán serán numerosos. Si no deben
circular, bueno fuera que se diese una orden para recogerlas, Ayer,
un amigo nuestro subió en un coche del tranvía que recorre el
trayecto de la plaza de Cataluña á la Barceloneta, y al pagar dio
una peseta, devolviéndole el "conductor dos monedas de plata,
una de dos reales y otra de uno, ambas borrosas.
Al
regresar de la Barceloneta en el coche número 8, al pagar el billete
dio al conductor la moneda de dos reales y este se negó á
admitirla, bajo el pretexto de que ni en la Dirección del tranvía
ni en los estancos le seria, admitida. Replicóle aquel que no tenia
otra moneda y que otro conductor se la había entregado.
No
le bastaron á este dichas razones, y al llegar á la plaza de
Palacio llamó á un municipal, quien no supo como dirimir el
conflicto. Luego, al llegar á la plaza de Medinaceli, punto donde se
dirigía nuestro amigo, se disponía á bajar del carruaje, cuando,
según se nos manifiesta, el conductor empezó á insultarle, pasando
luego á las amenazas. Irritóse aquel, y como se encuentra algo
delicado de salud, le sobrevino un ataque, teniendo necesidad de que
algunas personas le acompañasen á una farmacia para auxiliarle.
Este caso y otros ocurridos recientemente, son la prueba más
elocuente de que es de todos modos preciso que se dicte una
resolución justa que evite la repetición de tales conflictos.
29
septiembre 1881
-Pasa
de castaño oscuro lo que sucede con algunos conductores de
tranvías de esta ciudad. Se quejan diferentes pasajeros del
de Circunvalación y Gracia de que no pueden conseguir que se les
devuelva el cambio justo, cuando pagan con moneda de plata,
pretextando no tener cuartos sencillos
«Se
nos denuncia un hecho que, si resulte. cierto, comó se nos asegura,
es digno del más severo correctivo. Dicen-nos que uno de los
conductores del tranvía de Gracia se negó ayer á aceptar una
moneda legítima de dos pesetas. pretextando que las de dicha clase
no eran admitidas por la Administración de dicho tranvía que las
considera faltas de peso. No faltaba sino que el señor Uhthoff sé
erigiera en legislador en un país que no es el suyo, estableciendo
para las oficinas de su cargo un criterio que contraria la
legislación vigente.
A
esta dificultad, cabe añadir que en aquellos tiempos las compañías
obligaban a los conductores a entregar la recaudación en plata, es
decir no les admitían la calderilla y obligaba a estos empleados a
tener que descambiar en comercios sus monedas lo que suponemos no
sería fácil y además aumentaría el riesgo de pérdida o robo de la
misma.
A
fines del XIX una de las reivindicaciones en las huelgas de empleados
de transporte, consistiría en la abolición de esta injusta norma,
que finalmente conseguirían, no sin esfuerzo.
En
Barcelona, si no estamos equivocados, el último transporte en que
sobrevivió este oficio fue el Tramvia Blau, hoy ni en él pervive, ya que el cobro lo hacen unos agentes en los extremos de la línea.
En
los años veinte en Estados Unidos, la crisis y la competencia del
transporte por carretera comenzó a amenazar a las pequeñas líneas
interurbanas con una baja ocupación.
De
ahí salió la idea de establecer el agente único en los tranvías.
Para ello se adaptaría un coche de pequeño tamaño y con una
entrada por el lado del conductor para facilitar el cobro por él. A
este tipo de coche se le denominaría Birney y fue un éxito que
permitió a muchas compañías sobrevivir un tiempo.
Más
tarde cuando la unión de firmas explotadoras de tranvías diseñó el
PCC, que durante muchos años sería el modelo de tranvía imperante
no solo en Estados Unidos si no también en Europa, América e incluso
en la URSS y países del Este, su diseño también incluía la
entrada delantera para facilitar el Agente único.
Coche tipo Birney |
En
Barcelona que nos gusta copiar y donde siempre hemos tenido una gran
afición a los tranvías americanos, se construyeron los coches 1200
a semejanza de los PCC, pero el acceso con el mismo sistema de puertas de los PCC, fue bastante confuso, en un principio se hizo
entrada por la puerta central y salida por delante, llegando a tener
dos puertas en la plataforma central, una por lado. Más tarde se
dispondría del flujo clásico con acceso por delante y salida por el
centro, que sería el que también tendrían los auténticos PCC, que
procedentes de la D.C.Transit de Washington y remodelados a partir de
1962 en Macosa, circularían por nuestras calles también con el
cobrador sentado cerca de la puerta delantera.
No
sería hasta algunos años después de la desaparición de los
tranvías, cuando se inició el agente único en los transportes de
Barcelona. Para ello se adaptaría un sistema de acceso similar al de
los PCC, con entrada por delante y salida central en los autobuses.
Cobrador en un 1200 de Barcelona |
Las expendedoras de billetes, no son un invento moderno. |
Esto
conllevaría a la eliminación de la plataforma posterior y su
cierre. También recuerdo que en ellos se instalaron unas máquinas de
torniquete, una con una expendedora automática de billetes y otra
accionada desde el puesto del chófer que haría las veces de
cobrador. Había nacido el agente único.
Con
la posterior aparición de las tarjetas multi-viaje incentivando el
pre-pago, se reduciría la labor del chófer y poco a poco se iría
implantando en todos los autobuses, hasta llegar a los articulados que
serían los últimos en ver eliminada la plaza del cobrador.
Estimados amigos:
ResponderEliminarAnte todo, felicidades por el magnífico trabajo que estáis realizando. En referencia a vuestra última entrada, añadir que, en San Sebastián, el Consejo de Administración de la Compañía del Tranvía decidió, en la sesión celebrada el 11 de abril de 1907, cambiar la denominación de las categorías del servicio de movimiento. Así, a partir de dicha fecha los Wattman pasaron a denominarse Conductores y, el antiguo puesto de Conductor se rebautizó como Cobrador. En cuanto a la la explotación con Agente Único, el sistema se introdujo por primera vez el 5 de julio de 1968, en la línea de Ciudad Sanitaria. Los últimos cobradores se mantuvieron en la línea de Rentería hasta el 6 de agosto de 1979.
Un fuerte abrazo,
Juanjo Olaizola
Amigo Juanjo.
EliminarGracias por esta información, nosotros desconocíamos las fechas en que esta categorías cambiaron de nombre, aunque por las lecturas en la prensa de la época, debería coincidir con el cambio de siglo como en San Sebastián en 1907. Hacia 1900 ya aparecen algunas gacetillas donde cobrador y conductor se confunden. Es interesante tener este dato ya que podemos suponer sería un cambio generalizado.
Con referencia a la aparición del agente único y la desaparición del cobrador en Barcelona, tampoco tenemos fechas concretas (tendremos que buscarlas), nos hemos fiado de la memoria.
En la Web del Sr. Mora, (http://cv.uoc.es/~jmora/misc/cobrador.html), hay un extenso artículo sobre el paso del cobrador al agente único, pero tampoco concreta las fechas del cambio, tendremos que buscar en hemeroteca.
Hay que añadir también que en Barcelona muchos de los conductores de tranvía no pudieron reciclarse en conductores de autobús. Este hecho retrasaría la implantación del agente único ya que la mayoría de ellos pasarían a ejercer de cobradores hasta su jubilación.
Un abrazo
rails i ferradures
Hola amics, com sempre un reportatge bonissim i molt treballat.
ResponderEliminarTranvies, records de la meva infantesa.
El 30 passaba per devant de casa meva, i a la nit, quan anaven cap a la cotxera, els crits dels tranviaires, no deixaben dormir a la mare.Crec que ja ho vos vareig explicar.
Una abraçada, Montserrat
Hola Montserrat,
EliminarQuins temps els d'infantesa... Pobre mare, quan volia dormir i el soroll dels tramvies no la deixaven..
Es curiós com de vegades records de situacions molestes amb el temps es dulcifiquen i poden esdevenir agradoses.
Segur que arè voldries tornar a sentir aquells sorolls si tornes el seu entorn.
Una abraçada des-de Sant Andreu.
railsiferradures.