A lo largo de sus ciento diez años de funcionamiento, el "Tramvia Blau" ha ido cambiando su imagen con diferentes decoraciones. No sabemos a ciencia cierta, cuando comenzó a ser conocido como "Tramvia Blau" o tranvía azul, pero sí es cierto que desde sus inicios esta coloración estuvo ligada a su carrocería.
Como los grandes misterios, no tenemos certeza del color con que iban pintados los cuatro primeros coches el 29 de Octubre de 1901, día de la inauguración de la línea; en la prensa de la época no ha sido posible encontrar ninguna mención sobre este detalle, no a sí del funicular del Tibidabo, inaugurado aquel mismo día y que sí es mencionado como pintado de un color verde claro. Quizás por este motivo, algunos autores consideran que su primer color fue verde y no azul.
Nosotros hemos intentado, a partir de varias fotografías en color, degradarlas a blanco y negro para comparar tonos de grises, pero no hemos conseguido ningún resultado válido por lo que para nosotros seguirá siendo un misterio.
A los pocos años de la apertura, la línea se prolongó hasta Vallvidrera siendo la primera línea ferroviaria que conectará con la población de la cumbre de la montaña.
Para cubrir este nuevo tramo, la compañía compraría seis coches de tamaño mayor que los primeros.
En las fotografías de fábrica y en muchas fotografías de la línea de Vallvidrera aparecen con una tonalidad muy clara, nosotros creemos que pudieran estar pintados en un color blanco marfil o un crema claro.
Estos fantásticos coches, que con sus más de cien años siguen trepando la pendiente de la Avenida del Tibidabo, tenían unos colores ´muy claros, algún tiempo después sufrirían diversas decoraciones, en una antigua postal coloreada, lo hemos podido ver en una tonalidad verde claro.
Lo que sí es cierto, es que la nueva coloración destacaba sobre la anterior, y si no, véase la fotografía, al fondo un tranvía de la nueva serie asciende por la línea.
Con la llegada del nuevo funicular de Vallvidrera a la cumbre, la línea del tranvía de Vallvidrera de la compañía del Tibidabo tuvo un fuerte competidor, la velocidad del funicular conectado al centro de Barcelona con el nuevo ferrocarril eléctrico de Sarriá, era muy superior a la del Tranvía de Vallvidrera, que además tenía que enlazar con otro tranvía al final de la avenida para llegar a plaza de Catalunya.
Así esta línea fue languideciendo y solo tendría una ocupación aceptable los festivos transportando excursionistas y domingueros a las laderas de Collcerola.
En 1915 dada la poca ocupación de la línea y para mantener la concesión la Sociedad Anónima del Tibidabo, compró tres pequeños coches que fueron los más reducidos en capacidad y tamaño que circularon en Barcelona.
Estos coches de mecánica muy simple, circularían hasta el cierre de la línea de Vallvidrera, no obstante, un pequeño coche pasaría al Parque, quedando estacionado frente al castillo encantado con un rótulo que ponía Tranvía Infantil.
Gracias a la labor del Sr. José María Valero, este coche ha sido restaurado con los colores verde y madera que se supone que tenían cuando circulaban en aquella peculiar línea.
Gracias a la labor del Sr. José María Valero, este coche ha sido restaurado con los colores verde y madera que se supone que tenían cuando circulaban en aquella peculiar línea.
.En los años veinte, en el Diario de Barcelona aparece una referencia a los colores del tranvía de Tiana que eran marfil con franjas azul claro y que la publicación los asemejaba a los que tenía el tranvía del Tibidabo.
La exposición de 1929 contribuyó a incrementar la actividad del parque, a lo que siguió una buena temporada, hasta la crisis económica de los años treinta y la guerra.
Suponemos que la posguerra sería tan dura para el Tibidabo y sus empleados, como para la mayoría de los habitantes de una ciudad derrotada.
Los colores con que Devi Williams encontró el tranvía azul, cuando realizó sus magníficas fotos de tranvías de Barcelona, (que gracias a su Web hemos podido disfrutar cincuenta años después), eran de un azul oscurísimo quizás acorde con la época.
Con la llegada de los sesenta, los tonos volverían a aclarase y en Tele- Estel de 1969 podemos ver unas tonalidades casi de azul eléctrico.
Los sesenta fueron también el canto del cisne de los tranvías barceloneses, si en los primeros años se creía que habría una modernización, finalmente se decidió su supresión. El tramvia Blau, mejoraría su decoración al saberse un superviviente con lo que se convertiría en un vehículo histórico, optándose por darle un aire más retro.
La nueva decoración incluirá dos tonalidades de azul , blanco marfil y unas franjas de amarillo. Y con esta decoración el tranvía cumpliría sus setenta y cinco años de circulación.
El director estadounidense John Alaimo, rodó en Barcelona el film Antoni Gaudí, una visión inacabada en 1974. Una escena importante en el film que protagonizaría José Luis López Vázquez, era la muerte del genial arquitecto, aquí el "Tramvia Blau" pasaría a ser "tramvia groc", mutando sus habituales colores por el amarillo canario de los tranvías barceloneses en el año 1926.
Se daba la circunstancia, de que los tranvías que cubrían la línea de la Gran-Vía en aquella época eran de un modelo muy parecido a los coches grandes del "Tramvia Blau" y casualmente la reproducción pudo ser bastante real. Por ello sí podemos asegurar que también en alguna ocasión fue amarillo.
A finales de los setenta, el Tibidabo tuvo un cambio generacional, la nueva dirección decidió un cambio de imagen de sus instalaciones. Una compañía de diseñadores se ocuparía de esta faceta y una de las primeras actuaciones fue una nueva decoración de nuestro tranvía.
La situación económica del parque del Tibidabo era a finales de los setenta crítica, la compañía buscaba formas de reducir costes y al mismo tiempo modernizar el parque tanto externamente como en su gestión.
Una de las medidas que se plantearon fue el cierre parcial del tranvía con circulaciones sólo en festivos y sustitución por un autobús los días laborales. Esta opción, no presentaba grandes ventajas pues los mayores costes se mantenian. y finalmente la sociedad optó por la cesión al Ayuntamiento de la ciudad.
Finalmente, tras las correspondientes negociaciones, el tranvía fue cedido al municipio en 1979.
El paso a la Ciudad supondría una nueva decoración, si bien el cambio fue discreto y consistió en la desaparición de los logos del parque de atracciones y la incorporación del escudo de la ciudad en sus frontales o testeras.
En estos últimos años, el tranvía pasaría a ser de un medio de transporte, a una línea turística y con ello las tarifas se incrementarían y la circulación quedaría reducida a los festivos y temporada estival.
De esta época, es destacable el paso a transports de Barcelona, cuando estos estaban regidos por la señora Mercè Sala, que colaboró en la recuperación del coche nº 2 al que se le aplicó una decoración muy similar a la original.
En 1986 se produciría una revolución, en las cartas al director, el ayuntamiento socialista de Barcelona iba a pintar de rojo el "Tramvia Blau",¡ horror hasta aquí llega la política!.
Afortunadamente nada más lejos de la realidad, se trataba de la incorporación de un tranvía jardinera a la flota del tranvía blau, y aquí se respetarían los colores de la jardinera que había cerrado la última línea urbana de Barcelona.
Está fue la última incorporación pues la del fantástico tranvía 547 de tranvías de Barcelona acabaría como el "rosario de la aurora", desapareciendo una de las mejores piezas de la colección del tranvía barcelonés.
En 2001 el tranvía pudo celebrar su primer centenario, con la misma decoración de 1978, pero tras unos años de buen mantenimiento los gestores de la compañía decidieron que había de modernizarlo.
Para ello, en lugar de adquirir nuevo material, como con exquisito criterio hizo la ciudad de Lisboa que compró nuevos coches con aspecto externo de vehículo clásico pero tecnología actual, manteniendo su material original en un gran museo y en orden de marcha, aquí se ha decidido canibalizar el material, sustituyendo sus originales cajas de madera por otras metálicas y tuneando con un discutible gusto estos venerables coches.
Aún estamos a tiempo de salvar uno de ellos de esta destrucción, se trata del coche 8 que conserva su caja original.
¡Hola Railsiferradures!
ResponderEliminarNo sé qué me ha pasado con la visión y lectura de tus post sobre "El Tramvia Blau" y mi fijación de la montaña iluminada del Tibidabo, cuando voy a ver los animalitos de la colonia. Nada, que tengo unas ganas de ir al Tibidabo, parecidas a cuando era pequeña con aquellos cartoncillos de atracciones que nos regalaban el el colegio.
Muy interesante la evolución del tranvía blau, a través de los años y los colores.
Ya nos vendría bien tener el respeto y conocimiento por el material antiguo que demuestran tener en Lisboa...
"La cantelluda i desgavellada Barcelona", qué bueno ese párrafo, con una ciudad alocada y machacada por todas esas obras, construcciones y demás innovaciones, un pequeño "tramvia blau" a modo de reliquia del pasado, paseando por nuestra ciudad...
Un abrazo para todos vosotros.
Hola Clariana,
ResponderEliminarEn nuestra infancia, el Tibidabo era un sueño, algo casi imposible de conseguir, solo gracias a aquellas entradas que los buenos estudiantes conseguiais, era posible acceder.
Yo conservo en recuerdos de una visita contigo y con papa supongo que a principios de los sesenta, primero cogíamos un tranvía rojo en el paseo de Gracia, no recuerdo como llegamos hasta allí pues no estaba cerca de casa.
Luego aquel tranvía azul de colores oscuros entonces, a continuación el funicular. de el no guardo recuerdos probablemente por mezclarse con otros posteriores.
Del Tibidabo quizás lo que más recuerdo es lo que desapareció: La casa encantada con la habitación de las puertas sin salida, el pequeño teleférico que acababa en el castillo encantado, el antiguo tren....
Supongo que no podríamos subir a todas pues la cartulina tenia validez para el transporte y un numero limitado de atracciones, pero para nosotros el hecho de subir y verlas de cerca ya era suficiente.
Muchos besos de esta familia y un abrazo nostálgico de:
railsiferadures.
Hola amics:
ResponderEliminarVos felicito per aquest reportatge tan ben fet.
I pensar que a mi s´hen havia passat per alt.
I ara he vingut al vostre blog a veurer si havia alguna novetat.
I quina alegria, amb trovo amb el tranvia blau.
No sabeu prou l í l-lusió que a mi amb feia de petita pujari quan anava al Tibidado.
Quan viviam a Barcelona, els meus fills també hi havien pujat.
Una abraçada desde Valencia, Montserrat
Hola Montserrat,
ResponderEliminarJa pensava que us agradaria, el tramvia blau es quelcom molt entranyable no sols per lo que es si no per el que representava de viatge al mon de fantasia del Tibidabo per la nostra generació que encara no estava sotmesa al imperi del automòbil i teníem un mon molt gran on tot era molt lluny i per aixo eren mes desitjables.
una forta abraçada des-de sant Andreu
railsiferradures
¿Hasta que año funcionó la linea Vallvidrera-Tibidabo?.
ResponderEliminarAhora existe una calzada para peatones pero yo recuerdo las vias hasta hace pocos años.
Gracias.
Fernando.
La línea de Plaza del Funicular hasta Vallvidrera, dejo de funcionar aproximadamente en 1936, aunque entonces lo hacía con un servicio muy reducido.la vía permaneció muchos años en el camino, aunque no recuerdo haberla visto. Lo que si recuerdo es que en el punto donde la carretera de Vallvidrera al Tibidabo confluia con el camino por el que circulaba dicho tranvía habiá (no se si aún existe), uno de los postes que soportaban el hilo conductor.
ResponderEliminarUn saludo desde Sant Andreu,
railsiferradures
Muy buen reportaje, felicidades. Pero me sorprende que digáis que "sólo" nos queda el 8 sin las polémicas y más que dudosas transformaciones. El 5 y el 10 también, no?
ResponderEliminarBuenas tardes Rafael,
ResponderEliminarCelebramos que le haya gustado el post, nosotros intentamos hacer un pequeño homenaje al "Tramvia Blau" desde la óptica de los cambios de imagen que ha experimentado en estos 110 años de existencia. Con referencia a los coches 8 y 5, comentaremos que el 5 ha sido "tuneado" en palabras del Sr. Ibáñez a quien nos hemos dirigido para consultarlo, ya que no lo habíamos visto en nuestra última visita a la cochera.
Y si bien es cierto que el coche 8 se mantiene con su carrocería original, también lo es que sufrió una modificación hace algunos años, instalándose un freno neumático con lo cual solo queda en la configuración de fábrica el coche 10.
Un cordial saludo tranviario,
railsiferradures