Bajar al antiguo
"celler" de mis abuelos, era encontrar un sin fin de utensilios
depositados en un incierto orden; herramientas, antiguas básculas y frascos de
la tienda, barricas y toneles y en la entrada un gran banco de carpintero y
sobre él multitud de herramientas.
Hoy todo ello ha desaparecido
pero permanece en mi memoria, como las historias que me explicaba mi madre de
los diferentes establecimientos que en el transcurso de su existencia, había
tenido el abuelo en Barcelona.
Con cierto orgullo mi madre
indicaba que el abuelo era ebanista, pero su labor en el pueblo era de
carpintero, puertas, bancos, soportes e incluso ataudes habían salido de sus
manos.
La carpintería es uno de los
oficios más antiguos de la humanidad, las primeras herramientas usadas por el
hombre sin duda serían de madera; algunos primates hoy utilizan palos como
herramientas.
El uso de la madera en la
elaboración de herramientas y la construcción de refugios ha sido una constante
en la historia humana, y conforme las civilizaciones fueron avanzando, en todas
ellas surgieron grupos artesanales relacionados con el trabajo de la madera que
avanzaron creando una nueva tecnología, en la que intervenían desde las
diversas maderas disponibles, los tipos de ensamblajes, la decoración
ornamental y el uso de otros materiales, como el metal para mejorar las
uniones.
La carpintería en el transporte
Sin duda el uso mas antiguo de la madera
en el transporte podría ser la parihuela, es decir el uso de dos ramas unidas
por otras y que permitían el arrastre de una carga, sea por un ser humano o por
un animal de carga.
Por otro lado la construcción de barcas
y almadías también fue una de las primeras labores de carpintería que se
desarrollarían con la civilización en la carpintería de ribera y los astilleros
(la palabra ya indica generación de astillas).
Sin embargo en Roma la palabra "carpentarius" se refiere al constructor de carruajes, en latin "carpentum" es un coche
cerrado, y aquí nos vamos a quedar.
De
este antiguo oficio, anterior a la civilización romana, en España tenemos
evidencias como algunos exvotos íberos que muestra un carruajes de diversos tipos.
Los
carruajes son anteriores a Roma; en Asiria y Egipto ya existían carros de
guerra según nos han dejado constancia dibujos en vasijas y teselas.
Pero
la importancia de los carruajes está en el incremento de la capacidad de
transporte. Un Imperio con grandes ciudades, necesitaba disponer de medios para
poder abastecerlas sin duda los "carrus" del imperio tuvieron tal
capacidad.
En
Europa, el fin del Imperio Romano supondría una degradación de las
comunicaciones, durante siglos no se invertiría en el mantenimiento de las
vías, el comercio se reduciría y en
zonas agrestes como la Península Ibérica
el transporte terrestre se reduciría al baste que en algunas zonas de España se
mantendría hasta bien entrado el siglo XX.
A
partir del siglo XV vuelve a surgir una necesidad de mejorar el transporte
terrestre,sin embargo los caminos seguirán en un deplorable estado hasta bien
entrada la Ilustración.
Los CarreterosAunque aplicamos por lo general este término a los conductores de carros, los carreteros en sí son los carpinteros-constructores de carros, que además de construir carros eran fabricantes de los aperos de labranza como yugos, horcas, rastras y arados, además el carretero solía colaborar con el herrero, en aquellas partes que se requería, como en los arados y las ruedas.
Un texto del libro "Roquetes, apunts històrics" de Ramón J.Barberà y Manuel Roe, nos ilustrará sobre este oficio:
CARRETERS I FERRERS
L'ofici de carreter es va mantenir al llarg dels
segles a tots els pobles rurals de Catalunya, mentre a les ciutats - on
igualment va tenir-hi cabuda - aquesta activitat era dedicada més als
carruatges, cotxes i transport pesat. En el món rural, el carreter distribuïa
la seva feina artesanal entre la construcció de carruatges de tracció animal,
propis de l'agricultor o el pagès, i la dels estris emprats pels mateixos per
al treball del camp. Més tard, alguns prolongaren els treballs amb la
construcció de la clàssica Tartana que, en el primer quart del segle XX, va
esdevenir el carruatge més popular de
dues rodes amb un sol eix.
Junts amb els carreters s'hi establiren també els
ferrers, ja que ambdós oficis eren afins a la construcció de carruatges. Per
la ferramenta dels carros i les ferradures dels animals, tots els treballs es
feien en ple carrer. A la segona meitat del segle XIX, l'extensió del
ferrocarril va anar augmentant el moviment comercial, amb un major progrés per
al camp. Això va repercurtir en un increment del transport col. lectiu, i els
traginers competien entre ells posant tartanes a disposició dels viatgers.
Tant els carreters com els ferrers, tingueren també
una estreta relació amb el transport local de viatjers entre Tortosa, Roquetes
i Jesús que, fins l'aparició del tramvia de tracció animal, es feia amb
tartanes. Aquest tramvia, inaugurat el 20 de setembre de 1885, suposà una forta
competència per als tartaners de l'època, i la desaparició al poc temps
d'aquest tipus de transport. En el llibre de R. Vergés Paulí "Espurnes de
la Llar", trobem el següent passatge referent al servei de viatgers amb
tartana:
"...Los tartaners que fan la parada a les
Ferreries, reganyen les dents com los xiquets que tenen cucs i miren de gansell
cóm van estenent-se i allargant-se los rails dels tramvies de Tortosa a
Roquetes i Jesús. ...Són los temps en què nostre popular "Jagarri" se
feia barbeta d'or en lo negoci de les tartanes i diligències. Allavons, de tartanes,
que avui són "reliquies de museu" n'hi havia moltes a nostra ciutat,
especialment dedicades a fer viatges entre Tortosa i Ferreríes, Roquetes i
Jesús. Estes tartanes tenien la parada a Ferreries, tocant al revellí del pont
de barques. Los tartaners sempre's barallaven i esgatinyaven, esgargamellant-se
de tant de cridar: ¡Qui ve a Roquetes! ¡A Jesús per dos quartos! . Tan grans
eren les baralles, que D. Felip Tallada, Alcalde accidental, va publicar un
célebre "bando" en 7 de juny de 1866, i entre altres coses va ordenar
i manar, que: "Queda prohibido á los conductores de los carruajes
espresados en los dos capítulos anteriores, llamar á los pasageros, gritar y
alborotar, ni menos separarse de sus vehículos con lo que se evitarán algunos
incidentes desagradables." ¡Quin rebombori movien los tartaners als crits
de: A Roquetes !. A Jesús!"
Tot aquesta evolució va tenint el seu reflexe a les
nostres terres. A Roquetes, per exemple, un dels carreters més populars va ser
el Sr. Ventura Tarragó, qui tenia instal.lat el seu taller al carrer Major,
fent cantonada amb el carrer de Pallarés. Quant als ferrers, un dels tallers
que funcionà durant molts anys fou el del Sr. Manolo Agramunt, situat la vora
del canal.
Aquest taller, amb el pas del temps, transformà la
seva activitat i s'especialitzà en la venda i reparació de tractors.
CARRETEROS Y HERREROS
A lo largo de los siglos en los pueblos rurales de Cataluña se mantuvo el oficio de carretero, en las ciudades igualmente tuvo cabida esta actividad aunque dedicada a los carruajes, coches y carros de transporte. En el mundo rural, el carretero ejercía su trabajo artesanal en la construcción de carros agrícolas, y la de los enseres empleados por los mismos para el trabajo del campo. Más tarde, algunos prolongaron los trabajos con la construcción de la clásica Tartana que, en el primer cuarto del siglo XX, fue el carruaje de dos ruedas más popular.
Junto con los carreteros se establecieron también los herreros, puesto que ambos oficios eran complementarios en la construcción de carruajes y aperos agrícolas, las llantas y herrajes de los carros y las herraduras de los animales, todos los trabajos se hacían en plena calle.
En la segunda mitad del siglo XIX, la extensión del ferrocarril aumentó el movimiento comercial, con un mayor progreso en el campo. lo que repercutió en un incremento del transporte colectivo los "traginers" competían entre ellos poniendo sus tartanas a disposición de los viajeros.
Tanto los carreteros como los herreros, tuvieron también una estrecha relación con el transporte local de viajeros entre Tortosa, Roquetes y Jesús que, hasta la aparición del tranvía de tracción animal, se hacía con tartanas. Este tranvía, inaugurado el 20 de septiembre de 1885, supuso una fuerte competencia para ellos, y la desaparición al poco tiempo de este tipo de transporte.
En el libro de R. Vergés Paulí "Chispas del hogar", encontramos el siguiente pasaje referente al servicio de tartanas:
"...Los tartaneros que hacen la parada en las Ferreries, restregan los dientes como los niños que tienen lombrices y miran de reojo como van extendiéndose los raíles de los tranvías de Tortosa a Roquetes y Jesús. ...Son los tiempos en qué nuestro popular "Jagarri" se hacía de oro en el negocio de las tartanes y diligencias.
De tartanas, que hoy son reliquias de museo, había muchas en nuestra ciudad, especialmente dedicadas a hacer viajes entre Tortosa, Roquetas y Jesús. Estas tartanas tenían la parada en Ferreries, junto a la entrada del puente de barcas. Los tartaneros siempre se peleaban y discutían, quedando afónicos de tanto llamar: ¡Quién viene a Roquetes! ¡A Jesús por dos quartos! Tan frecuentes eran las peleas, que D. Felip Cortada, Alcalde accidental, publicó un célebre bando el 7 de junio de 1866, y entre otras cosas ordenó y mandó: "Queda prohibido a los conductores de los carruajes expresados en los dos capítulos anteriores, llamar a los pasajeros, gritar y alborotar, ni menos separarse de sus vehículos cono lo que se evitarán algunos incidentes desagradables."
Con que trajín se movían los tartaneros al grito de: En Roquetes !. A Jesús!"
Todo esto quedó reflejado en nuestras tierras. En Roquetes, por ejemplo, uno de los carreteros más populares fue el Sr. Ventura Tarragó, quien tenía instalado su taller en la calle Mayor, haciendo esquina con la calle de Pallarés.
En cuanto a los herreros, uno de los talleres que funcionó durando muchos años fue el del Sr. Manolo Agramunt, situado el borde del canal.
Este taller, con el paso del tiempo, transformó su actividad y se especializó en la venta y reparación de tractores.
Continuará...