El grabado es una reproducción de un tranvía con Imperial que muestra una inscripción de 1-Ramblas-1.
Precisamente este coche es el que figura en las dos fotografiás de empleados de la compañía de tranvías. La Primera que entre otras ocasiones fue publicada en La Vanguardia de 24 de noviembre de 1996 y que se refería a las próximas celebraciones de efemérides del transporte barcelones,
la volvemos a reproducir a continuación, ya la publicamos con el 1er articulo de tranviarios.
La segunda corresponde al grupo de conductores y la pensamos publicar cuando nos refiramos a ellos. (Ambas son muy similares).
De ello, deducimos que sí tuvimos un coche original del primer constructor mundial de coches de Tranvía, en nuestra ciudad.
Dado su similitud con los restantes coches ingleses ver :
Tampoco sabemos, si fue fabricado en la compañía Americana o bien como era practica de la misma ensamblado en Europa con componentes de dicha sociedad.
Este coche a diferencia de los demás tenia un diseño mucho más funcional que, posiblemente menos elegante para la opinión de los barceloneses de entonces, pero el buen diseño y el uso de materiales livianos y resistentes permitían dar una mayor capacidad a estos vehículos por la reducción de su peso muerto.
Ademas dos recortes de cartas al director publicadas a principios de febrero de 1997, nos ilustran sobre los protagonistas de la fotografía.
Aunque por lo leído anteriormente, tenemos muchas dudas sobre los cargos o propiedad que se adjudican al Sr. Jerónimo Pujol, es siempre interesante sacar del anonimato a aquellas personas que aparecen en fotografiás de hace más de un siglo.
A continuación publicamos un trozo del Articulo y de las correspondientes cartas.
DOMINGO, 24NOVIEMBRE 1996
Dos años antes, en 1870, se había inaugurado el primer tranvía en España, en Jerez de la Frontera. Madrid tenía tranvía desde 1871, una línea entre la Puerta de Alcalá y la plaza de Oriente, pasando por la Puerta del Sol.
El alcalde Rius i Taulet hubo de soportar críticas de la prensa de la época, que le censuraba el trato a favor de aquellos coches de dos pisos tirados por cuatro caballos o mulas, por encima de los derechos de los transeúntes. Con todo, el tranvía no tardó en ganarse simpatías, frente a los otros transportes colectivos que existían en Barcelona, el ómnibus y el “rippert” de La Catalana, también de tracción animal. La gran no vedad eran las vías, que aseguraban el respeto al pavimento —las ruedas metálicas de los ómnibuses lo destrozaban— y la rapidez, garantizada por la preferencia de paso.
En 1899, el tranvía se perfeccionó con la introducción de los tranvías eléctricos. El moderno tranvía barcelonés, ya eléctrico, casi estuvo a punto de cumplir el centenario del que marchaba con mulas. Pero el 18 de marzo de 1971 el tranvía 867, de la línea 49, hizo su último viaje.
Una desafortunada decisión que Barcelona todavía lamenta.
Lluís Sierra
Las primeras cocheras de tranvías estaban en la plaza de los Josepets. Su yerno, Juan Ribas, el más alto de la foto publicada, es quien fue a Lóndres a comprar el primer tranvía de tracción. El segundo señor de la foto es Luis Pujol, hijo del fundador de la compañía, y el niño de la marinera es mi tío y padrino,Luis Ribas i Pujol. Toda la documentación se perdió durante la guerra, aunque conservo algunas otras fotos además de la publicada. Entre estas fotos hay una de Jerónimo Pujol a sus 90 años con su esposa, doña Magdalena Vilallonga, que era de Figueres y que fue fundadora del Asilo Vilallonga, que todavía funciona. El señor Foronda compró la compañía a mi bisabuelo, que fue quien la fundó.
Suscriptora Barcelona
Reitero que el primer propietario de los tranvías de Barcelona fue mi bisabuelo, don Jerónimo Pujol y Catanyer, que tuvo las primeras cocheras en la plaza Josepets.
Eran tranvías tirados por mulas y fue mi abuelo quién viajó a Lóndres a comprar el primer tranvía de tracción.
Barcelona