domingo, 25 de noviembre de 2012

Un paseo por La Exposición Universal de Barcelona en 1888.


  Partiendo de un grabado, que nos pasó el Sr. Jordi Ibáñez, en el que figuraba un coche de la compañía John Stephenson y que aclaraba la misteriosa fotografía en que aparecía un tranvía aparentemente de la línea Atarazanas-Gracia, pero que estaba perfectamente marcada como  del personal de la compañía del Tranvía de Barcelona Ensanche y Gracia. Estuvimos buscando una indicación de la presencia de dicho coche en la Expo del 1888 y encontramos una gaceta en “La Vanguardia” que ya publicamos. Esto dio como resultado dos entradas:



Buscando por varias fuentes, finalmente encontramos una fotografía del pabellón USA en la Exposición de 1888 en la que en una esquina aparece el coche de la compañía John Stephenson, que nos complace incluir en esta entrada.
Aprovechando la ocasión, daremos un paseo por la ciudad en 1888 y veremos los cambios que produjeron aquellos eventos en los transportes de la época.

 La Exposición de 1888.
La Exposición Universal de 1888 fue el resultado de varias iniciativas privadas anticipadas, en diversas Ferias menores referentes a la industria textil y metalúrgica catalanas.
El siglo XIX fue la época de las grandes Exposiciones Universales: Londres,  París  ,Bruselas y otras muchas ciudades  y nuestra ciudad quiso seguir esta línea.

Barcelona ya había tenido dos grandes cambios durante el siglo XIX, el primero la destrucción de murallas y baluartes que impedían su expansión. La segunda que era la consecuencia de la primera, fue la urbanización del Ensanche, según las líneas trazadas por Ildefonso Cerdà.
La Exposición de 1888, tenía por objetivo no sólo situar a Barcelona en el mapa, si no poder dar a conocer su industria a nivel mundial.
La muestra, vino preparándose unos años antes, y debía celebrarse en 1887, sin embargo tuvo que celebrarse en el año siguiente por motivo del retraso en las obras.

Vista aérea de la Exposición Universal en 1888.
La Expo. modificaría un entorno que ya había iniciado su urbanización, el Parque de la Ciudadela y el Salón de San Juan.
Ambos espacios habían sido creados tras la demolición de la antigua fortaleza militar de la Ciudadela.
La Exposición de 1888 ocuparía el Salón de San Juan, el Paseo de Pujadas que se dotaría del Palacio de Bellas Artes y otros pabellones y todo el terreno del parque de la Ciudadela.

Los tranvías en 1887 y la guía de Emilio Valverde.
Poco antes de la celebración de la Exposición Universal, Barcelona ya estaba dotada de una importante red de tranvías.

En la “Guía del Viajero” de Emilio Valverde, publicada en Madrid en 1887, podemos ver la red tranviaria Barcelonesa con las tarifas y trayectos:


La guía también incluye un magnífico plano. Sobre una copia del mismo hemos marcado las líneas indicadas en su recorrido por el entonces término municipal de Barcelona:

Primeros cambios antes de 1888.
En el año 1888 se trabajaba intensamente en la construcción de la Exposición Universal. Aquel mismo año, concretamente el 15 de marzo de 1887  quedaba abierto al servicio público en su totalidad, el tranvía de Barcelona a Badalona por medio del vapor.  La tracción desde el paradero de la calle del Comercio hasta el puente del Bogatell se efectuaba por medio de caballerías, y desde allí hasta Badalona a vapor. 
El tranvía de Badalona, unos cuantos años después de la Exposición del 1888
Precisamente este trayecto en el municipio de Barcelona, quedaría pronto afectado por la Exposición del 88, ya que su trazado pasaba completamente por el Paseo de Pujadas, uno de los espacios principales de la misma.
También el tranvía de Circunvalación que poco tiempo antes había pasado a formar parte de la Barcelona Tramways, y estaba iniciando una mejora en su trazado, vería afectadas sus vías que pasaban por el Salón de San Juan y por el Paseo de Pujadas. 
El 2 de junio de 1887 aparecía en la prensa:
Dentro de pocos días se cambiará el trazado del tranvía de circunvalación de la Plaza de Cataluña, colocándose los rails en la Ronda de la Universidad, detrás de casa Gibert y Rambla de Cataluña.


El 5  de agosto de 1887, en el Ayuntamiento se debatía: Después de haberse aprobado dichos dictámenes, dióse cuenta de otro de la comisión de Fomento para que se proceda a la apertura y urbanización de un trozo de la calle del Comercio, comprendido entre la calle de la Princesa y el Salón de San Juan; adoquinado de uno de los arroyos del Salón de San Juan, y el cambio del trazado de los tranvías que pasan por terrenos que están dentro de los límites que comprende la Exposición Universal.

Así, los que recordamos los cambios que precedieron a los Juegos del 1992, podemos imaginar las molestias e inconvenientes que todo aquel movimiento debió suponer para una sociedad que estaba mucho menos acostumbrada a  estos cambios  y que en el periodo de treinta años vio cambiar radicalmente su ciudad y forma de vida.

Continuará...


sábado, 17 de noviembre de 2012

Quioscos tranviarios, una confortable espera del tranvía.

Efecto de Luz,  Bruselas 1882 cuadro de Darío Regoyos.

En sus orígenes, dado el carácter principalmente urbano de los tranvías, por lo general no se construyeron grandes o medianas edificaciones a modo de estación o parada.  Además el carácter discrecional de las paradas, que hasta muchos años después de su instauración, no se dotarían de puntos fijos de detención en el itinerario, desaconsejaban el establecimiento de estaciones.
Quiosco en Budapest

No obstante, en algunas ocasiones, principalmente en puntos extremos, o de gran importancia en las líneas, aconsejaban el disponer de pequeñas edificaciones para resguardar a viajeros y en caso de los extremos de la línea guarecer al personal de la compañía, como jefes de estación o de línea, que eran los que con ayuda de una tabla de horario o “regulador” y un reloj, daban la salida a los coches, y atendían el billetaje a la salida.
Estas pequeñas estaciones por lo general estaban establecidas en pequeñas construcciones temporales, es decir en quioscos.

A pesar de su actual declive, hoy en día muchos quioscos de prensa, permanecen cerrados, si no han desaparecido, los quioscos de chucherías que tanto proliferaban en calles próximas a los colegios, se han convertido en pequeños locales en los bajos de algún edificio y los de refrescos como el famoso quiosco de Canaletas, ya sólo perduran en la memoria urbana.
Quiosco, proviene del idioma persa pahlavi ”kōšk, cuyo significado es "pabellón" esta palabra paso al turco en la forma  köşk,  de ahí al francés “kiosquey finalmente del francés a las lenguas occidentales como castellano o catalán.
Quiosco de los FFCC británicos hacia 1930.
Corresponde a una construcción ligera que puede ser abierta a modo de templete, como los famosos quioscos de música donde antaño tocaban las bandas de música o cerrados a modo de protección contra frío y viento.
De hecho su función principal siempre fue la protección contra las inclemencias del tiempo ya sea del sol y la lluvia o del frío.
Quioscos tranviarios.
La primera noticia de un quiosco tranviario en Barcelona, procede del proyecto del tranvía de Barcelona realizado por el Maestro de obras Rafael de Luna.
En su proyecto de la línea del Poble Nou tenía emplazados unos hermosos quioscos de estilo neoclásico en la plaza de Comercio, (hoy Plà de Palau), y junto al Cementerio del Este.
El quiosco de proyectado por Rafael de Luna para la Barcelona Tramways.
La Sociedad Catalana de Tranvías, también había dispuesto de quioscos en la plaza de Comercio, (final de su línea de circunvalación), y en la Ronda de Sant Pau, junto al Paralelo, su otro extremo.
Dibujo copiado de un proyecto del Tranvía de Barcelona San Andrés y Extensiones.
La compañía del tranvía de vapor de San Andrés, dispuso de una auténtica estación en la calle de Trafalgar. Esta, de la que no disponemos de información, tendría una breve vida siendo derruida, probablemente para construir otros edificios. Posteriormente proyectó un gran quiosco situado en el paseo de San Juan, del que sí disponemos de un plano en el Arxiu, que hemos copiado dimensionalmente   y que tenía una clara función de sala de espera y punto de billetaje. Sin embargo, no tenemos certeza de su construcción, si bien en un emplazamiento similar, aparece un gran quiosco rectangular, a principios del siglo XX como se aprecia en las fotografías y cuyo uso desconocemos.

Posteriormente ala publicación de este artículo, nuestro amigo Enric H. Marc, publico en su ineresante Blog Bereshit la entrada : El solar del carrer Rec Comtal, en ella nos muestra un fragmento del plano de Barcelona donde aparece indicada la ubicación de dicha estación.
Quiosco de Arc del Triompf.
Más adelante, la compañía dispuso de un pequeño quiosco nuevamente en la calle de Trafalgar esta vez para despacho de billetes.

Otro tranvía que dispuso de quioscos en sus instalaciones fue el tranvía de Sarrià, tenemos constancia de un gran quiosco en plaza de Catalunya, y otro en la plaza mayor de Sarrià.
A la derecha, posible quiosco de la Compañía General de Tranvías en plaza Catalunya.
En muchas partes del mundo, como en el hermoso cuadro del pintor impresionista Darío  Regoyos que encabeza el post, existieron quioscos tranviarios de muy diversas formas, en la ciudad Lineal de Madrid existieron unas construcciones de estilo árabe en el inicio de la urbanización como puede verse en la fotografía.
Quiosco en la línea de Ciudad Lineal de la Compañía Madrileña de Urbanización, de Arturo Soria.

Otra fotografía de Valencia, del foro “remember Valencia”, nos muestra un hermoso quiosco en los Solares de San Francisco.  

No sabemos a ciencia cierta si era un quiosco de billetaje tranviario, pero tiene todo el aspecto, a parte de ser una magnifica postal que nos muestra un tranvía de tracción animal valenciano. 
 Los quioscos evolucionaron y se transformaron, o en marquesinas como para acoger a los viajeros, en los años cincuenta existieron unas fabricadas en lona, posiblemente para la estación estival. O en refugios para empleados: guarda-agujas, inspectores, etc. De las que actualmente subsisten los sanitarios en los extremos de la línea.
Una curiosidad es un prototipo de quiosco poste de anuncios que instaló la compañía de Tranvías de Barcelona en 1968, y que no tuvieron continuación. 
Garita de lona de guarda-agujas en Plaza de Catalunya 1933.
Otros quioscos que hemos encontrado y creemos merecedores de figurar en esta entrada:
Quiosco del tranvía de la Barceloneta en plaza de Catalunya.
Tras los coches de tranvía puede verse el quiosco de la línea de Barceloneta.
Quiosco de la Compañía General de Tranvias en plaza Mayor de Sarrià.
A la izquierda el quiosco de la C.G.T.
Quiosco de Drassanes de los tranvías de Barcelona,  (véase el logo TB), posiblemente en la época de la fotografía su uso era resguardo de personal de la compañía. junto a él, otro quiosco de hermoso diseño aún para la aplicación de mingitorio público que tenía. En los actuales tiempos de incivismo quizás fuera un elemento a recuperar.
Quiosco de los Tranvías de Barcelona (TB) en Drassanes.
En los países anglosajones se denominaban  "tram shelters", y hemos encontrado unas hermosas muestras de ellos que incluimos en la entrada.
Tram shelter de los años treinta siglo XX.
Tram shelter que ha sobrevivido a nuestros días.
Un hermoso trram shelter británico en Crownsq.
Finalmente y a modo de curiosidad, mentaremos que en el extraordinario tren en miniatura de Palau de Plegamans, sus inquietos socios, consiguieron recuperar un quiosco ferroviario, que convirtieron en punto de control de pasajeros.

Un enigma quiosquero.
Bastante tiempo después de la publicación de esta entrada, una lectora, nos ha planteado un enigma:
Cual era el uso del edículo  del Paseo de Gracia frente a la manzana de la discordia.
¿Alguien puede iluminarnos sobre él?