Partiendo de un grabado, que nos pasó el Sr. Jordi Ibáñez, en el
que figuraba un coche de la compañía John Stephenson y que aclaraba la misteriosa
fotografía en que aparecía un tranvía aparentemente de la línea Atarazanas-Gracia, pero que estaba perfectamente marcada como del personal de la compañía del Tranvía
de Barcelona Ensanche y Gracia. Estuvimos
buscando una indicación de la presencia de dicho coche en la Expo del 1888 y
encontramos una gaceta en “La Vanguardia” que ya publicamos. Esto dio como
resultado dos entradas:
Buscando
por varias fuentes, finalmente encontramos una fotografía del pabellón USA en
la Exposición de 1888 en la que en una esquina aparece el coche de la compañía John
Stephenson, que nos complace incluir en esta entrada.
Aprovechando
la ocasión, daremos un paseo por la ciudad en 1888 y veremos los cambios que
produjeron aquellos eventos en los transportes de la época.
La Exposición de
1888.
La
Exposición Universal de 1888 fue el resultado de varias iniciativas privadas
anticipadas, en diversas Ferias menores referentes a la industria textil y metalúrgica
catalanas.
El
siglo XIX fue la época de las grandes Exposiciones Universales: Londres, París ,Bruselas y otras muchas ciudades y nuestra ciudad
quiso seguir esta línea.
Barcelona
ya había tenido dos grandes cambios durante el siglo XIX, el primero la
destrucción de murallas y baluartes que impedían su expansión. La segunda que
era la consecuencia de la primera, fue la urbanización del Ensanche, según las
líneas trazadas por Ildefonso Cerdà.
La
Exposición de 1888, tenía por objetivo no sólo situar a Barcelona en el mapa,
si no poder dar a conocer su industria a nivel mundial.
La
muestra, vino preparándose unos años antes, y debía celebrarse en 1887, sin embargo
tuvo que celebrarse en el año siguiente por motivo del retraso en las obras.
Vista aérea de la Exposición Universal en 1888. |
La
Expo. modificaría un entorno que ya había iniciado su urbanización, el Parque de
la Ciudadela y el Salón de San Juan.
Ambos
espacios habían sido creados tras la demolición de la antigua fortaleza militar
de la Ciudadela.
La Exposición de 1888 ocuparía el Salón de San Juan, el Paseo de Pujadas que se dotaría
del Palacio de Bellas Artes y otros pabellones y todo el terreno del parque de
la Ciudadela.
Los tranvías en
1887 y la guía de Emilio Valverde.
Poco
antes de la celebración de la Exposición Universal, Barcelona ya estaba dotada
de una importante red de tranvías.
En
la “Guía del Viajero” de Emilio Valverde, publicada en Madrid en 1887, podemos
ver la red tranviaria Barcelonesa con las tarifas y trayectos:
La
guía también incluye un magnífico plano. Sobre una copia del mismo hemos
marcado las líneas indicadas en su recorrido por el entonces término municipal
de Barcelona:
Primeros cambios
antes de 1888.
En
el año 1888 se trabajaba intensamente en la construcción de la Exposición
Universal. Aquel mismo año, concretamente el 15 de marzo de 1887 quedaba abierto al servicio público en su totalidad, el tranvía de Barcelona a Badalona por medio del vapor. La tracción desde el paradero de la calle del
Comercio hasta el puente del Bogatell se efectuaba por medio de caballerías, y
desde allí hasta Badalona a vapor.
El tranvía de Badalona, unos cuantos años después de la Exposición del 1888 |
Precisamente este trayecto en el municipio de Barcelona, quedaría pronto afectado por la Exposición del 88, ya que su trazado pasaba completamente por el Paseo de Pujadas, uno de los espacios principales de la misma.
También el tranvía de Circunvalación que poco tiempo antes había pasado a formar parte de la Barcelona Tramways, y estaba iniciando una mejora en su trazado, vería afectadas sus vías que pasaban por el Salón de San Juan y por el Paseo de Pujadas.
El 2 de junio de 1887 aparecía en la prensa:
—Dentro de pocos días se cambiará el trazado del tranvía de circunvalación de la Plaza de Cataluña, colocándose los rails en la Ronda de la Universidad, detrás de casa Gibert y Rambla de Cataluña.
El 5 de agosto de 1887, en el Ayuntamiento se debatía: Después de haberse aprobado dichos
dictámenes, dióse cuenta de otro de la comisión de Fomento para que se
proceda a la apertura y urbanización de un trozo de la calle del Comercio,
comprendido entre la calle de la Princesa y el Salón de San Juan; adoquinado de
uno de los arroyos del Salón de San Juan, y el cambio del trazado de los tranvías que pasan por
terrenos que están dentro de los límites que comprende la Exposición Universal.
Así, los que recordamos los cambios que precedieron a los Juegos del 1992, podemos imaginar las molestias e inconvenientes que todo aquel movimiento debió suponer para una sociedad que estaba mucho menos acostumbrada a estos cambios y que en el periodo de treinta años vio cambiar radicalmente su ciudad y forma de vida.
Continuará...