La historia del transporte por carretera, en el tiempo de las diligencias, es larga y compleja, con estas entradas damos pequeños esbozos de lo que fue y a menudo hemos de corregirnos tras nuevas informaciones que vamos encontrando.
Una vez publicada nuestra entrada sobre la Ceretana, la lectura de “La Voz del Pirineo”, “La Cerdaña” y “Ceretania” publicaciones periódicas impresas en Puigcerdà desde 1876 a 1936, han aportado nuevos datos aclarando y en algún caso, desmintiendo alguna de nuestras informaciones publicadas y que ahora comentaremos.
PIONEROS EN LA RUTA DE LA CERDANYA
Contra lo que habíamos avanzado, no fueron las diligencias de La Ceretana quienes abrieron la ruta por la collada de Tosas. En noviembre de 1881 las diligencias de Vilar y Compañía, ya recorrían de forma habitual aquella ruta.
En noviembre de 1881 La Voz del Pirineo ya publica el siguiente anuncio:
Otra empresa, la Compañía General de Transportes Bernardo Marquet, realizaba el transporte de mercancías, según se desprende de otro anuncio publicado el mismo día.
En marzo de 1882, el mismo diario publica la siguiente noticia, de la que se desprende una continuidad en el servicio: Desde el lunes de la pasada semana las diligencias del Sr. Vilar y C, que recorren diariamente el trayecto de Ripoll a esta villa, han cambiado la hora de salida, por cuyo motivo los viajeros que tomen el primer tren de la mañana que sale de Barcelona, pueden llegar a esta villa a las 8 de la noche del mismo día.(26 de marzo de 1882, La Voz del Pirineo)
La Ceretana, que se constituyó en marzo de 1882 y comenzó a operar en junio de 1882: Trabájase con ahínco a la organización del servicio diario que la compañía de coches La Ceretana tiene proyectado inaugurar el día 10 de junio próximo. (21 de mayo de 1882, La Voz del Pirineo)
De ello, podríamos deducir que la Sociedad de Diligencia la Ceretana fue un intento de la compañía, que tenía el peaje de la collada de Tosas, de aprovechar esta posición de monopolio en su beneficio.
OCASO DE LA CERETANA.
Nos fue fácil encontrar el origen de La Ceretana; sin embargo, no lo ha sido el determinar el fin de la compañía.
Desgranando gacetas de prensa, hemos podido aproximar una fecha, que sorprendentemente es mucho más antigua de lo que habíamos avanzado. La Ceretana Sociedad de Diligencias, no feneció con la llegada del ferrocarril a Puigcerdà.
Concretamente, el 23 de agosto de 1885, la Voz del Pirineo nos anuncia que la junta de accionistas de La Ceretana había tenido dificultades para su reunión, de lo que parece desprenderse un cierto desinterés por parte de los accionistas de la compañía; y menos de un año después en mayo de 1886 la prensa ya denomina sucesores de La Ceretana a la compañía que realiza el servicio:
1886-5-9 La Voz del Pirineo.-Consignamos gustosos que los sucesores de La Ceretana han empezado a enmendarse del perezoso vicio de poner diez horas en el viaje de Ripoll a esta villa, puesto que en la mayoría de días de la pasada semana han llegado sus coches entre nueve y diez de la noche...
A partir de este momento, se sucede la denominación de la Ceretana, con la de sucesores de la Ceretana o incluso de la Nueva Ceretana.
El semanario "El Jueves", sin indicarnos la fecha de la disolución, nos confirma el fin de la compañía:
Viajes.—Después de la disolución, de la empresa La Ceretana, se han organizado dos compañías de coches, que en competencia se disputan los viajeros de esta a Puigcerdà al precio de dos pesetas y menos por asiento. Augurámosles con este sistema, mucha concurrencia y poco provecho. (El Jueves, 26 de enero de 1888.)
LA CERETANA, marca de transporte.
No obstante, la denominación de La Ceretana no desaparece del léxico popular, por lo que una compañía que apenas dio servicio durante 3 años, bautizó al transporte por diligencias por la collada de Tosas.
La Ceretana no puede atribuirse un éxito como empresa explotadora de transporte, al menos esto se desprende de su corta existencia. Sin embargo, sí que estableció una leyenda en su entorno, haciéndola perdurar como marca comercial, de modo que hoy parece que no existieran otras diligencias en la comarca.
Lo primero que hay que destacar es que tuvo una estrategia empresarial, con formación de una sociedad explotadora, solicitud de concesión de línea, disposición de vehículos propios para la explotación del servicio y una gran campaña publicitaria en la prensa.
Ya vimos en el post sobre la Ceretana fragmentos de los textos publicitarios aparecidos en la prensa no solo de la Cerdanya, sino de Barcelona.
También, posteriormente a la publicación, dimos con otras noticias que daban información sobre los coches para el servicio de la compañía: El Consejo de Administración de la compañía dc diligencias La Ceretana ha encargado la construcción de dos grandes coches a la acreditada casa Baucells de Barcelona, los cuales han de ser entregados a primeros de julio próximo. Interinamente, se servirán de otros coches que, parece, tienen preparados, para empezar la carrera cuanto antes. (26 de marzo de 1882, La Voz del Pirineo)
Unos meses después, la misma publicación vuelve a informar: Trabájase con ahínco a la organización del servicio diario que la compañía de coches La Ceretana tiene proyectado inaugurar el día 10 de junio próximo. Al efecto, ya se ha elegido todo el personal correspondiente, buenas cuadras en las paradas del tránsito, numerosa colección de caballos, magníficos coches, que se están terminando en casa Baucells de Barcelona y por último; se dispone de la Agencia que el ferrocarril de Francia tiene establecida a la Rambla de Barcelona frente del Liceo. Allí quedará establecida la Administración, en Barcelona, de La Ceretana, para lo que pueda convenir a los numerosos hijos y amigos de la Cerdaña, que tienen su residencia fija en dicha ciudad, en donde podrán tomar noticias frescas, puesto que todos los días, a la llegada del último tren, pasará por ella el conductor del coche que saldrá por la mañana de esta villa; distinguiéndose perfectamente sin necesidad de preguntar por él, puesto que, en letras de Oro, ostentará a la gorra el nombre de La Ceretana....(21 de mayo de 1882 La Voz del Pirineo)
Finalmente, la compañía comenzó el 1º de mayo sus primeras carreras: El día 1.º del corriente empezó la Sociedad La Ceretana a hacer viajes varios entre esta villa y la de Ripoll, durante la última quincena había efectuado varios, a fin de ensayar los caballos y de organizar los tiros. El resultado de estas pruebas no ha podido ser más satisfactorio, el ganado es excelente, de mucha fuerza, dócil y además de buena estampa. Hasta el día diez del corriente no estarán terminados los dos magníficos coches diligencias que para la Compañía construye la reputada Sociedad Material para ferrocarriles y construcciones de Barcelona, por cuyo motivo se hace interinamente el servicio con dos ómnibus de menores dimensiones. (4 de junio de 1882, La Voz del Pirineo)
De todas estas noticias, se desprende: primero, la necesidad de iniciar el servicio al inicio de la temporada estival, para aprovechar al máximo la peregrinación de pasajeros a la Cerdanya al inicio de temporada; segundo, la titularidad del fabricante de los carruajes que no fue otro que el carrocero Baucells, (Hijos de Segismundo Baucells) que al parecer en aquel momento ya estaba formando parte de la Material de Ferrocarriles y Construcciones (Can Girona).
Volvemos a reproducir la fotografía de uno de aquellos carruajes. |
Por contra, creemos que la corta duración como empresa, se debería a varios factores: Primero, la existencia de servicios anteriores ya bien establecidos y de gran profesionalidad.
Segundo, posiblemente un exceso de confianza en su capacidad de dominar aquel transporte frente a sus competidores, y con abuso de su posición de ventaja en la Collada, por sus privilegios en el peaje.
Tercero, sin duda, errores en el cálculo de costes-beneficios en la explotación del servicio que redundarían en una situación económica poco atractiva para los accionistas de la sociedad.
Así, una compañía que preveía una explotación inicial por diez años apenas alcanzaría los tres de vida activa.
DILIGENCIAS DE LA CERDANYA.
A la Ceretana le seguiría la empresa Sucesores de la Ceretana, que continuaría dando el servicio durante algunos años más, en competencia con otras diligencias que continuarían haciendo la ruta de Ripoll a Puigcerdà.
Así podríamos enumerar las compañías que explotarían la ruta de Tosas en forma cronológica:
Agencia General de Transportes José Vilar (a) Metus. Desde 1881.
Compañía General de Transportes Bernardo Marquet (a) Guixa y Francisco Balart. Desde 1881.
Sucesores de la Ceretana, La Ribera o antigua Ceretana de 1886 a 1892, tal vez hasta 1898.
Miguel Serradell (a) Rutllat de Ribas (o Rotllat) servicios. intermitentes los años 1885, 1886 y 1888.
Diligencias de Agustín Roca y Cia. en 1892.
La Puigcerdanesa, en 1898.
Llegada del automóvil.
La última constancia escrita que hemos encontrado de servicio de diligencias por tiro de equinos en la línea de Tosas, lo tenemos en 1905; el semanario La Cerdaña de 23 de diciembre publicó:
Fá pochs dias caygué une euga del tiro de la diligencia, sens que afortunadament ningú pregués mal.
Hace unos días, cayó una yegua del tiro de la diligencia, sin que nadie resultará herido, afortunadamente.
El automóvil poco a poco iba tomando presencia en las rutas catalanas, La Gaceta Cerdana de 3 de agosto de 1908 publicaba: Es l'hora dels automovils. Diem aixó; perque sens ha dit que'l prop vinent istiu, se posará també un servey d'ells desde Bourg-Madame á Ax, que permetrá salvar ab pocas horas las alturas del Pimoren, y facilitará extraordinariament 1'anada a Tulosa …
Es la hora de los automóviles. decimos esto; porque se nos ha dicho que el próximo verano, se pondrá en servicio uno de ellos en Bourg.Madame que podrá alcanzar en pocas horas los altos del Puigmoren, facilitando el viaje a Toulouse.
El 17 diciembre del mismo año la Gaceta Cerdana anunciaba la llegada del primer automóvil que haría la ruta de Ripoll a Puigcerdà: En efecte; havia d'arribar per primera volta l'automovil qu'ha de fer el servey desde aquesta Vila a la de Ripoll. Es un cotxe fenomenal y no obstant y no entendri res fins m'atreviré a dir que's ben construit; la moltitut congregada desde molt rato a la plaçeta, mulititut impacienta, el rebi ab algun aplauso, que'l cotxe reve ab un fort terratremol, ...
En efecto; ha de llegar por primera vez el automóvil que debe prestar servicio entre esta Villa y Ripoll. Es un coche magnífico y aun no siendo un experto en la materia, me atreveré a decir que bien construido; la multitud congregada lo recibió con un gran aplauso que el coche respondió con un fuerte estruendo...
Desde entonces, el servicio, se haría en automóvil-diligencia según Ceretania
El último servicio que hubiera podido prestar la diligencia de la Ceretana, hubiera sido la representación de la Cerdanya en el Pueblo Español de la Exposición Universal de 1929, como se solicitaba: Sabem que es fan gestions per a què es cedeixi «La Ceretana», ço és, la vella diligéncia que durant tants anys fou l'unic mitja oficial de comunicació, per a que figuri l'Exposicio, plaçada davant de l'Hostal del «Pueblo Español».
Entenem que és precis accedir a la demanda i preguem als senyors Alsina i Graells quina entitat, segons tenim entès, té la propietat del vell cotxe, que atenguin el prec.
Quants i quantes s'enterniran al visitar l'Exposició, en trobarse encarats amb el vell cotxe! Molts que avui ja són àvis i fins d'altres que encara no ho són, davant del clàsic vehicle recordaran els esmorsars de La Molina, els dinars a deu ralets de Ribes, al «Periquey», al «Cones» i, més remotament, al Pere Metus, primer empressari del servei roda entre la nostra Vila i el reste d'Espanya. Ceretania 24 de febrero de 1929.
Tenemos conocimiento de que se están realizando gestiones para que se ceda «La Ceretana», es decir, la vieja diligencia que durante muchos años fue el único medio oficial de comunicación, para exponerla frente al Hostal del Pueblo Español. Entendemos apropiado acceder a la solicitud, por la que rogamos a los señores Alsina y Graells, entidad propietaria en la actualidad del viejo carruaje, que atiendan a ello.
!Cuantos y cuantas se enternecerán al visitar la exposición y verse frente al viejo coche¡ Muchos hoy abuelos, y otros que aún no lo son, frente al clásico coche recordaran los almuerzos en la Molina y las comidas a diez reales en Ribas, al «Periquey», al «Cones» y, más remotamente, al Pere Metus, primer empresario del servicio rodado entre nuestra villa y el resto de España.
No tenemos constancia de que así fuera.
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