De las actividades
previstas estas vacaciones para complementar el Trec(trabajo de
investigación de bachillerato) de Ferradures, una muy agradable ha
sido la visita a la colección Antoni Ros o Museo del Traginer
(Arriero), en Igualada.
La colección consta de
más de 4000 piezas que van desde una sencilla herradura hasta un
magnifico carro siciliano policromado del SXVII.
Para amantes del mundo del
transporte, del mundo equino, de la cultura rural y de los traginers
(arrieros) en particular lo consideramos una visita obligada, tanto
por la cantidad de elementos a descubrir, como por la calidad y
excelente disposición de las distintas secciones que permiten una
visita desde los orígenes del transporte terrestre hasta los
sofisticados carruajes del siglo XIX y principios del XX.
La colección iniciada por
el señor Antoni Ros i Castells un autentico traginer que llegó a
conducir la famosa diligencia de Igualada y adquirió todos los
arreos de la misma, que pueden verse en su correspondiente sala y que
consiste en una guarnición para nueve caballos (ocho a la larga con
pericón). Antoni Ros Ribarrubias, hijo del primero, la hizo crecer
mediante una tenaz labor de búsqueda y recuperación de material no
solo en Catalunya si no en muchas partes del globo.
Actualmente la tercera
generación de la familia Ros, cuida de esta colección.
El museo con enclavado en
una masía del SXVIII en pleno centro de Igualada, tiene una
superficie de exposición de más de 1000 metros cu adrados en que se
exhiben unas 2500 piezas de las más de 4000 que consta la colección.
Esta organizado en seis
salas repartidas en tres pisos, estas son:
Carro de carrera en el inicio del recorrido. |
1- Sala de los oficios del
mundo arriero .
Iniciando el recorrido
por la evolución del transporte terrestre desde las parihuelas
anteriores a la invención de la rueda hasta un potente carro lanza y
bolea capaz de llevar una carga de 4000 kgs. con un tiro de cuarta y
pericón.
Continua con la sección
de oficios en la que se hallan representadas:
El tonelero, carpintero
especializado en construcción de barriles y toneles.
El curtidor, su labor
consistía en convertir las pieles de animal en cuero que se usarían
para la elaboración de guarniciones. Igualada era una de las
capitales del curtido.
El espartero, era quien tejía fibras vegetales de esparto y cáñamo elaborando cuerdas, esteras alforjas y muchos otros utensilios de gran utilidad para los arrieros.
El herrador, Herrero especializado en la construcción y aplicación de las herraduras es un oficio imprescindible desde la invención de esta.
Hornillo para moldear las herraduras |
El Menescal, actualmente
el veterinario, es quien cuida de la salud de los animales.
El mozo de cuadra, en
establos grandes, es el encargado del cuidado de los animales
estabulados.
La bolsa y algunos utensiolios del Menescal. |
El leñador, en nuestro caso se refiere al transporte de leña y troncos en el bosque con tiros animales.
El arriero de baste, es el que hacia el transporte en alforjas y bastes en caminos de herradura donde por su estrechez o gran pendiente, no era posible el transito de carruajes.
Sillas de los arrieros de baste. |
Todos estos oficios están
magníficamente representados mediante sus herramientas.
2- Sala de Guarniciones.
En esta sala esta exhibida
la guarnición de la diligencia de Igualada adquirida por Antoni Ros.
Ademas una magnifica
colección de monturas, arreos, collarones, bridas y apliques.
3- Sala “dels Tres
Tombs”
La guarnición de la diligencia igualadina, origen de la colección. |
Documentación gráfica y
audiovisual de esta bonita tradición que ha mantenido hasta hoy
muchos de estos oficios y piezas, que de otra modo hubieran
desaparecido irremisiblemente.
4-Sala de carros.
Los carros de transporte y
servicio, hasta una carro bomba de bomberos, están representados en
esta sala, también el carro siciliano del S.XVII y una magnifica
colección de tartanas.
5- Sala de Carruajes.
El transporte de viajeros
tanto público como privado se halla presente en la sala, desde un
ómnibus, hasta un carruaje funerario, último transporte que puede
realizarse.
La colección es
magnifica, con una cuidadísima restauración y buena conservación.
El Sr. Antoni Ros
Vilarubias, realizo numerosas esculturas en soldadura de hierro y
otros elementos. En la sala junto a la cafetería se puede observar
una magnifica trilladora.
Dada la amplitud de la
muestra que daría para numerosas entradas, nos limitaremos en esta
ocasión a una minúscula parte de la misma que da nombre a nuestro
blog, y lo dejaremos de manos de ferradures:
La sección del herrador, por Ferradures.
En la sección de forja
dedicada a herrajes, pudimos ver piezas difíciles de encontrar como
el hiposandalo o los callos de buey, ademas de otros materiales y
herramientas actualmente en desuso .
Herramientas de herrar:
1 Tenazas, utilizadas para
quitar la herradura, cortar el casco y remachar los clavos.
2 Pujavantes o cuchillas
inglesas antiguos, para rebajar casco.
3 Escofinas (una con mango
de madera y la otra de doble canto) para igualar y pulir la base y la
pared del casco.
4 y 6 Diferentes cuchillas
y baciadores de casco.
5 Botaclavos: Empleado
para aflojar la herradura introduciendo la punta entre el casco y el
herraje y picando con el martillo.
7 Dos tipos diferentes de
ganchos uno para recortar y el otro para vaciar casco.
8 Martillos franceses de
diferentes tamaños para clavar los clavos, remachar y cerrar las
pestañas de la herradura una vez puesta. El martillo usado para
moldear la herradura suele ser mas largo de mango, pesado y de doble
cabeza.
Hiposandalo: Como
explicamos en uno de los primeros posts de este blog, el hiposandalo
es uno de los antecesores de la herradura. Usado por las
civilizaciones de la antigüedad se sujetaba al casco del animal
mediante atalajes de cuero, los cuales eran introducidos por los
agujeros forjados en esta.
Zapatos de mulo: Aunque
los originales eran de esparto, ya bien entrado el siglo XX se
fabricaron de neumático y no se utilizaban como herraje sino como
complemento de este al adentrarse en el asfalto.
Zapatos de mulo |
Herraduras de carretera:
Son herraduras diseñadas para evitar resbalones del animal por
carretera, las mas antiguas son de acero con diferentes relieves en
la parte inferior para mejorar la adherencia al pavimento. Mas
modernas son las que usan tacos o “ramplones” de vidia, que es el
sustituto metálico del diamante en cuanto dureza. Las mas modernas
son de caucho de neumático con alma de acero (herradura normal
recubierta de goma dura), estas suelen llevar agujeros para acoplar
tacos de vidia por si fuera necesario ya que en caso de lluvia o
humedad, la goma es muy resbaladiza sobre el pavimento mojado.
Herraduras de carretera |
Herrajes ortopédicos: Se
utilizan para corregir enfermedades y deformaciones del casco. Se
realizan a partir de plantillas de goma aplicadas entre el casco y
una herradura o bien mediante herraduras especiales. Las herraduras
ortopédicas aquí mostradas se utilizan en caballos cuyos talones
estén dañados ya que al no aplicar en la pared del casco dañado
ninguna presión, este crece mas deprisa regenerándose
correctamente.
Herraduras cerradas: Las
tres primeras de la imagen corresponden a herraduras ortopédicas que
sirven para la corrección y regeneración del talón de la pezuña,
la primera también sirve como soporte para la ranilla. Las tres
ultimas son herraduras de carretera, cerradas en el talón para
evitar resbalones. Fíjense que de estas tres, la segunda es de suela
de goma y la cuarta tiene un tope en el talón usado como freno por
si el caballo se patina, ya que todo el peso de este se apoya en el
talón y así consigue evitar una fatal caída
Herraduras modernas: En
esta fotografía se aprecian tres herraduras de aleación. Las dos
primeras son herraduras para plantillas ortopédicas, la ultima es
una herradura de carreras, aunque al ser tan ligera también se usa
con fines ortopédicos.
La colección se completa
con herraduras de distintas épocas, tamaños y animales, ya que cabe
destacar una pareja de herraduras de poni y una pareja de callos de
buey.
Finalmente cabe destacar
que la Familia Ros tiene un restaurante en el mismo edificio, donde
puede complementarse gastronomicamente la visita.