domingo, 8 de julio de 2012

Un tranvía en el reino de Hades.


Coche detranvía en la estación de Metro de  Odenplan

El paso del tiempo nos gasta divertidas jugadas. Al visitar un paisaje o una ciudad, y regresar mucho tiempo después, uno cree que todo seguirá inamovible en el punto donde lo dejamos la última vez. Nada más lejos de la realidad, en su fluir, el tiempo va modificando personas, objetos y paisajes de tal modo que al regresar, pocos de nuestros recuerdos se mantienen sin alteración.
Hace unas semanas nuestro amigo bloguero "El Bandero" publicaba en su Blog "red ferroviaria de Barcelona" dos interesantes entradas sobre el uso de las estaciones y túneles del Metro como refugios contra los bombardeos, de los que nuestra ciudad tuvo el triste honor de ser pionera. Esto me recordó un viaje en 1984 en que tuve la ocasión de visitar la hermosa ciudad de Estocolmo.
En 1984 era muy joven y aquel fue mi primer viaje al extranjero por motivos laborales, estuve en Suecia dos semanas y en el fin de semana intermedio la empresa tuvo la gentileza de llevarnos a un tour por la capital sueca.
El acceso de una de las impresionantes estaciones de Estocolmo.
Al llegar, y una vez realizadas algunas actividades en grupo, dispusimos de cierto tiempo libre que inmediatamente organizamos cada uno de los diferentes colegas según sus propios intereses. En mi caso armado de una pequeña guía de la ciudad me dispuse a visitar todo lo visitable, empezando por mis amores ferroviarios, dos pequeñas líneas tranviarias que entonces subsistían, y el magnifico metro de la ciudad escandinava.
El metro es de un diseño inteligentísimo, en muchas estaciones, los transbordos se realizan sin tener que cambiar de andén, o como mínimo simplemente subiendo o bajando escaleras, ya que las estaciones están superpuestas y las vías entrecruzadas, haciendo los transbordos rápidos y cómodos.
Estación de Metro de  Odenplan en la actualidad.
La red, que data de los años veinte, tuvo un importante incremento entre los años cincuenta y ochenta, es decir en plena era de la guerra fría. Por este motivo en la construcción del Metro se tuvo la previsión de realizar bajo algunas de las estaciones subterráneas, nada menos que refugios para la posible guerra nuclear. Hoy todo ésto parece que esté muy lejano, pero recuerdo que a finales de los setenta y principios de los ochenta este tema provocaba auténtica angustia a la población, y si buscamos un poco más atrás entre 1961 y 1963 con la famosa crisis de los misiles en Cuba, se daba por hecha una guerra atómica, que gracias a Dios, no llego a cuajar.
No obstante esta situación nos ha dejado auténticas obras de arte como “On the beach” de Otto Penninger, “Sacrificio” de Andrey Tarkovsky y otro film que sin llegar a obra maestra sí que incidió en nuestro imaginario que fue “The day after”.

En 1984 por lo visto, el principal riesgo debería haberse reducido, o simplemente las autoridades se habrían percatado de la inutilidad de aquellos refugios, pues por aquellos días el situado bajo la estación de Metro de Odenplan se había convertido en un pequeño museo del transporte.
Siempre he tenido una predilección por los pequeños museos, que son los que tienen una dimensión que le permiten a uno disfrutar de las piezas sin agobiarse por la falta de tiempo o por la inmensa cantidad de objetos que nos reclaman la atención.
Un hermoso carruaje de tranvía de tracción animal, había descendido a aquel reino de Hades y era expuesto en el centro del andén de la estación, dando la bienvenida al visitante. Descendiendo un tramo de escaleras se llegaba al refugio y tras flanquear dos puertas metálicas parecidas a las exclusas de los submarinos, se llegaba a una amplia sala donde estaba expuesto un antiguo trolebús que según indicaba un cartel había sido completamente desmontado y reconstruido en el interior de aquella sala ya que de otro modo no existía forma de introducirlo dadas las reducidas dimensiones de las puertas exclusa; junto al vehículo, multitud de objetos de uso cotidiano en el transporte y un buen surtido de fotografías nos permitían hacer un recorrido por la historia del transporte en aquella ciudad. Desgraciadamente ni mi pequeña máquina fotográfica ni mi memoria guardan más datos de aquella visita y solo una página de la guía que aún conservo, me permite recordar aquel pequeño museo.
Desde entonces, no he vuelto a la Venecia del Norte y al realizar un pequeño viaje virtual por aquel museo, he visto que ha crecido mucho y evidentemente ha cambiado su ubicación.
No he encontrado ninguna referencia a la antigua ubicación del museo en Odenplan, sólo una fotografía de la estación en la que puede verse un acceso que puedo suponer el del antiguo refugio, mi memoria no es capaz de recordarlo.
Al antiguo coche de tracción animal, hoy se le ha añadido un caballo de cartón-piedra para poder colocar los arreos correspondientes y dar una impresión más real de su funcionamiento.
Recomendamos una visita virtual a este museo sobre todo a su galería de fotografías. El acceso puede hacerse a través de la web: http://sparvagsmuseet.sl.se/in-english/ de este sitio hemos obtenido la mayoría de fotos de esta entrada. Una de ellas nos muestra un coche tirado por un esbelto corcel. Al verlo Ferradures ha saltado de emoción, pues no se trataba de un pesado caballo de tiro como podía suponerse, si no un caballo sueco de sangre caliente un hermoso y estilizado animal, que sólo en una línea sin grandes desniveles podría hacer la labor de tiro tranviario en limonera como se deduce de la fotografía.

Tranvia de Estocolmo, tirado por un Caballo sueco de sangre caliente.
Ferradures me ha recomendado incluir el siguiente texto como información sobre este hermoso animal:
CABALLO SUECO DE SANGRE CALIENTE 
Texto de Wolfang Kresse
Es un caballo noble de sangre caliente y de talla media, su conformación es rectangular, profunda y enjuta, con cabeza pequeña, noble y expresiva, bien inserta al cuello, con buena disposición de la espalda, cruz bien señalada, extremida­des enjutas y correctas con articulaciones señaladas y buenos cascos. A pesar de haber de todas las ca­pas, predominan los animales castaños.
Originario de Suecia se distribuyo por toda Europa. Es un equino frugal, dócil a pesar de su temperamento enérgico de movimientos bien balanceados y tiene una buena disposición pa­ra la doma y el salto.


Historia:
Suecia ostenta una consolidada cría caballar con varios si­glos de antigüedad. Su piedra angular es la yeguada real Flyinge, cerca de Mal­mö, desde 1661 en manos de la corona sueca. En 1629 Karl Xl fundó las caba­llerizas reales de Stromholm, punto de partida de la cría caballar ordenada y del arte ecuestre en Suecia. Su objetivo ha sido un caballo de silla versátil y apto para el trabajo. Durante la Guerra de los Treinta Años y entre los siglos XVII y XVIII, llegaron a Suecia muchos caballos españoles a los que en el siglo XIX segui­rían otros. Desde mediados del siglo XVIII se emplearon en la cría Hannove­rianos y Trakehner, para constituir la base de cría del moderno Caballo sueco de sangre caliente. A finales del siglo XIX se desarrolló dicha raza, tras un progra­ma organizado de cruces con Pura san­gre inglés, Pura raza árabe, Trakehner y varias estirpes autóctonas. En 1912 Suecia consiguió sus primeras seis medallas olímpicas en hípica con caballos de esta raza, y otros caballos criados en Suecia (Piaffpor Gaspan) lograron reva­lidar estos éxitos. A partir de 1945 se importaron de Alemania distintos se­mentales (Dohma II por Detektiv, Almjunge por Almfreund, Anno por Hir­tensang y Polarstern por Portwein).
En la foto de 1959 podemos ver un tranvía de tracción animal en una sesión de fotografías de moda, toda una belleza.



7 comentarios:

  1. Bon días amics:
    Os felicito por este reportaje.
    El caballo de sangre caliente de la fotografía Se ve esbelto y bello.
    Vuestro amigo Bandero ha hecho un buen trabajo.
    Un abrazo desde Valencia, Montserrat

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  2. Tanta coisa se aprende por aqui... muito boa entrada.

    Beijo carinhoso.

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  3. Sóc Joan Manuel V. Parisi, de les Cotxeres de Sants. Per casualitat, un amic m'ha mostrat aquesta pàgina i m'agradaria conèixer-vos per tal que ens pugueu actualitzar informació sobre les antigues Cotxeres que nosaltres desconeixem. El meu correu és parisi@secretariat.cat. Ha estat un goig poder assabentar-me d'allò que desconec i us felicito pel bloc.

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  4. Hola Montserrat,
    Sin duda es un muy bello animal, aunque no parezca el mas adecuado para un tiro como el de la foto.
    No obstante, la experiencia de la compañía de tranvías de Estocolmo parece contradecirnos. El resultado es una muy bella estampa. También hay que pensar que hemos visto tantas fotografías de tiros con caballos esqueléticos y mal cuidados en carruajes de transporte que no nos sorprende que un animal bien cuidado como el de la fotografía, pueda desempeñar tal labor.
    Con referencia a las entradas de Bandero sobre el Metro y su uso como refugio antiaéreo, estoy totalmente de acuerdo contigo, son excelentes, y como es habitual en sus post magníficamente documentadas.
    Recibe un muy fuerte abrazo de tus amigos,
    rails i ferradures

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  5. Bom dia Teca,
    Sin duda, siempre hay cosas nuevas para todos. Cada mañana tenemos una puerta abierta en la que apesar de la rutina de nuestras obligaciones diarias, hay mil detalles nuevos, que de algún modo nos hacen sentir que estamos vivos.
    Un fuerte abrazo de tus amigos de Barcelona,
    rails i ferradures.

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    1. Importante saber que podemos contar com pessoas de conhecimento como vocês. Gosto muito de vir aqui para ler o que nos contam...
      Obrigada por nos darem notícias de clariana. Fiquei um pouco abalada com o acontecimento e continuarei rezando por nossa querida amiga.
      Um beijo muito grande e carinhoso para todos.

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  6. Bon dia Joan Manel,
    Amb molt de gust compartirem l'informa cio que hi disposem sobre les cotxeres i els tramvies de Sants.
    Es molt bo que es pugui difondre aquesta part d'història que tan propera en el temps, sembli llunyana i desconeguda.
    Una forta abraçada,
    rails i ferradiures.

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