Coche detranvía en la estación de Metro de Odenplan |
El paso del
tiempo nos gasta divertidas jugadas. Al visitar un paisaje o una
ciudad, y regresar mucho tiempo después, uno cree que todo seguirá
inamovible en el punto donde lo dejamos la última vez. Nada más
lejos de la realidad, en su fluir, el tiempo va modificando personas,
objetos y paisajes de tal modo que al regresar, pocos de nuestros
recuerdos se mantienen sin alteración.
Hace unas
semanas nuestro amigo bloguero "El Bandero" publicaba en su
Blog "red ferroviaria de Barcelona" dos interesantes
entradas sobre el uso de las estaciones y túneles del Metro como
refugios contra los bombardeos, de los que nuestra ciudad tuvo el
triste honor de ser pionera. Esto me recordó un viaje en 1984 en que
tuve la ocasión de visitar la hermosa ciudad de Estocolmo.
En 1984 era
muy joven y aquel fue mi primer viaje al extranjero por motivos
laborales, estuve en Suecia dos semanas y en el fin de semana
intermedio la empresa tuvo la gentileza de llevarnos a un tour por la
capital sueca.
El acceso de una de las impresionantes estaciones de Estocolmo. |
Al llegar, y
una vez realizadas algunas actividades en grupo, dispusimos de cierto
tiempo libre que inmediatamente organizamos cada uno de los
diferentes colegas según sus propios intereses. En mi caso armado de
una pequeña guía de la ciudad me dispuse a visitar todo lo
visitable, empezando por mis amores ferroviarios, dos pequeñas
líneas tranviarias que entonces subsistían, y el magnifico metro de
la ciudad escandinava.
El metro es
de un diseño inteligentísimo, en muchas estaciones, los transbordos
se realizan sin tener que cambiar de andén, o como mínimo
simplemente subiendo o bajando escaleras, ya que las estaciones están
superpuestas y las vías entrecruzadas, haciendo los transbordos
rápidos y cómodos.
Estación de Metro de Odenplan en la actualidad. |
La red, que
data de los años veinte, tuvo un importante incremento entre los
años cincuenta y ochenta, es decir en plena era de la guerra fría.
Por este motivo en la construcción del Metro se tuvo la previsión
de realizar bajo algunas de las estaciones subterráneas, nada menos
que refugios para la posible guerra nuclear. Hoy todo ésto parece
que esté muy lejano, pero recuerdo que a finales de los setenta y
principios de los ochenta este tema provocaba auténtica angustia a
la población, y si buscamos un poco más atrás entre 1961 y 1963
con la famosa crisis de los misiles en Cuba, se daba por hecha una
guerra atómica, que gracias a Dios, no llego a cuajar.
No obstante
esta situación nos ha dejado auténticas obras de arte como “On
the beach” de Otto Penninger, “Sacrificio” de Andrey Tarkovsky
y otro film que sin llegar a obra maestra sí que incidió en nuestro
imaginario que fue “The day after”.
En 1984 por
lo visto, el principal riesgo debería haberse reducido, o
simplemente las autoridades se habrían percatado de la inutilidad de
aquellos refugios, pues por aquellos días el situado bajo la
estación de Metro de Odenplan se había convertido en un pequeño
museo del transporte.
Siempre he
tenido una predilección por los pequeños museos, que son los que
tienen una dimensión que le permiten a uno disfrutar de las piezas
sin agobiarse por la falta de tiempo o por la inmensa cantidad de
objetos que nos reclaman la atención.
Un hermoso
carruaje de tranvía de tracción animal, había descendido a aquel
reino de Hades y era expuesto en el centro del andén de la estación,
dando la bienvenida al visitante. Descendiendo un tramo de escaleras
se llegaba al refugio y tras flanquear dos puertas metálicas
parecidas a las exclusas de los submarinos, se llegaba a una amplia
sala donde estaba expuesto un antiguo trolebús que según indicaba
un cartel había sido completamente desmontado y reconstruido en el
interior de aquella sala ya que de otro modo no existía forma de
introducirlo dadas las reducidas dimensiones de las puertas exclusa;
junto al vehículo, multitud de objetos de uso cotidiano en el
transporte y un buen surtido de fotografías nos permitían hacer un
recorrido por la historia del transporte en aquella ciudad.
Desgraciadamente ni mi pequeña máquina fotográfica ni mi memoria
guardan más datos de aquella visita y solo una página de la guía
que aún conservo, me permite recordar aquel pequeño museo.
Desde
entonces, no he vuelto a la Venecia del Norte y al realizar un
pequeño viaje virtual por aquel museo, he visto que ha crecido mucho
y evidentemente ha cambiado su ubicación.
No he
encontrado ninguna referencia a la antigua ubicación del museo en
Odenplan, sólo una fotografía de la estación en la que puede verse
un acceso que puedo suponer el del antiguo refugio, mi memoria no es
capaz de recordarlo.
Al antiguo
coche de tracción animal, hoy se le ha añadido un caballo de
cartón-piedra para poder colocar los arreos correspondientes y dar
una impresión más real de su funcionamiento.
Recomendamos
una visita virtual a este museo sobre todo a su galería de
fotografías. El acceso puede hacerse a través de la web:
http://sparvagsmuseet.sl.se/in-english/ de este sitio hemos obtenido
la mayoría de fotos de esta entrada. Una de ellas nos muestra un
coche tirado por un esbelto corcel. Al verlo Ferradures ha saltado de
emoción, pues no se trataba de un pesado caballo de tiro como podía
suponerse, si no un caballo sueco de sangre caliente un hermoso y
estilizado animal, que sólo en una línea sin grandes desniveles
podría hacer la labor de tiro tranviario en limonera como se deduce
de la fotografía.
Tranvia de Estocolmo, tirado por un Caballo sueco de sangre caliente. |
Ferradures
me ha recomendado incluir el siguiente texto como información sobre
este hermoso animal:
CABALLO
SUECO DE SANGRE CALIENTE
Texto de Wolfang Kresse
Es
un caballo noble de sangre caliente y de talla media, su conformación
es rectangular, profunda y enjuta, con cabeza pequeña, noble y
expresiva, bien inserta al cuello, con buena disposición de la
espalda, cruz bien señalada, extremidades enjutas y correctas
con articulaciones señaladas y buenos cascos. A pesar de haber de
todas las capas, predominan los animales castaños.
Originario
de Suecia se distribuyo por toda Europa. Es un equino frugal, dócil
a pesar de su temperamento enérgico de movimientos bien balanceados
y tiene una buena disposición para la doma y el salto.
Historia:
Suecia
ostenta una consolidada cría caballar con varios siglos de
antigüedad. Su piedra angular es la yeguada real Flyinge, cerca de
Malmö, desde 1661 en manos de la corona sueca. En 1629 Karl Xl
fundó las caballerizas reales de Stromholm, punto de partida de
la cría caballar ordenada y del arte ecuestre en Suecia. Su objetivo
ha sido un caballo de silla versátil y apto para el trabajo. Durante
la Guerra de los Treinta Años y entre los siglos XVII y XVIII,
llegaron a Suecia muchos caballos españoles a los que en el siglo
XIX
seguirían
otros. Desde mediados del siglo XVIII se emplearon en la cría
Hannoverianos y Trakehner, para constituir la base de cría del
moderno Caballo sueco de sangre caliente. A finales del siglo XIX se
desarrolló dicha raza, tras un programa organizado de cruces
con Pura sangre inglés, Pura raza árabe, Trakehner y varias
estirpes autóctonas. En 1912 Suecia consiguió sus primeras seis
medallas olímpicas en hípica con caballos de esta raza, y otros
caballos criados en Suecia (Piaffpor Gaspan) lograron revalidar
estos éxitos. A partir de 1945 se importaron de Alemania distintos
sementales (Dohma II por Detektiv, Almjunge por Almfreund, Anno
por Hirtensang y Polarstern por Portwein).
En la foto de 1959 podemos ver un tranvía de tracción animal en una sesión de fotografías de moda, toda una belleza. |
Bon días amics:
ResponderEliminarOs felicito por este reportaje.
El caballo de sangre caliente de la fotografía Se ve esbelto y bello.
Vuestro amigo Bandero ha hecho un buen trabajo.
Un abrazo desde Valencia, Montserrat
Tanta coisa se aprende por aqui... muito boa entrada.
ResponderEliminarBeijo carinhoso.
Sóc Joan Manuel V. Parisi, de les Cotxeres de Sants. Per casualitat, un amic m'ha mostrat aquesta pàgina i m'agradaria conèixer-vos per tal que ens pugueu actualitzar informació sobre les antigues Cotxeres que nosaltres desconeixem. El meu correu és parisi@secretariat.cat. Ha estat un goig poder assabentar-me d'allò que desconec i us felicito pel bloc.
ResponderEliminarHola Montserrat,
ResponderEliminarSin duda es un muy bello animal, aunque no parezca el mas adecuado para un tiro como el de la foto.
No obstante, la experiencia de la compañía de tranvías de Estocolmo parece contradecirnos. El resultado es una muy bella estampa. También hay que pensar que hemos visto tantas fotografías de tiros con caballos esqueléticos y mal cuidados en carruajes de transporte que no nos sorprende que un animal bien cuidado como el de la fotografía, pueda desempeñar tal labor.
Con referencia a las entradas de Bandero sobre el Metro y su uso como refugio antiaéreo, estoy totalmente de acuerdo contigo, son excelentes, y como es habitual en sus post magníficamente documentadas.
Recibe un muy fuerte abrazo de tus amigos,
rails i ferradures
Bom dia Teca,
ResponderEliminarSin duda, siempre hay cosas nuevas para todos. Cada mañana tenemos una puerta abierta en la que apesar de la rutina de nuestras obligaciones diarias, hay mil detalles nuevos, que de algún modo nos hacen sentir que estamos vivos.
Un fuerte abrazo de tus amigos de Barcelona,
rails i ferradures.
Importante saber que podemos contar com pessoas de conhecimento como vocês. Gosto muito de vir aqui para ler o que nos contam...
EliminarObrigada por nos darem notícias de clariana. Fiquei um pouco abalada com o acontecimento e continuarei rezando por nossa querida amiga.
Um beijo muito grande e carinhoso para todos.
Bon dia Joan Manel,
ResponderEliminarAmb molt de gust compartirem l'informa cio que hi disposem sobre les cotxeres i els tramvies de Sants.
Es molt bo que es pugui difondre aquesta part d'història que tan propera en el temps, sembli llunyana i desconeguda.
Una forta abraçada,
rails i ferradiures.